A sus 58 años, Scioli, excampeón mundial de motonáutica, lidera las encuestas de intención de voto como el candidato único que respalda el Frente para la Victoria de la presidenta Cristina Kirchner.
Mauricio Macri, de 56, está terminando su segundo mandato como alcalde Buenos Aires, lidera el partido conservador Propuesta Republicana (PRO) y los sondeos lo ubican por detrás de Scioli.
En un tercer lugar salta a la vista otro apellido italiano, Sergio Massa, un kirchnerista disidente, de 43 años que fundó el partido Frente Renovador (centro derecha) y actual diputado nacional.
Si no fuera por la política podrían percibirse similitudes más propias para tejer una buena amistad que para ser rivales como en la actualidad, cuando buscan convertirse en presidente de Argentina en las elecciones generales del 25 de octubre, con propuestas difíciles de diferenciar.
Con Scioli o Macri como presidente se avecina "un nuevo estilo", más moderado que el de la presidenta Kirchner, coincidieron analistas consultados por AFP.
Gracias al tesón de su abuelo paterno, italiano de nacimiento, Scioli creció entre privilegios aunque en su casa "los pasillos estaban llenos de heladeras y calefones", como dice en uno de sus spot publicitarios en alusión a la Casa Scioli, una conocida cadena de electrodomésticos de la década de 1980.
Aunque se preparó en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) para seguir una carrera empresarial, Scioli apostó a su pasión deportiva y logró ocho veces el título de campeón mundial de motonáutica.
En 1989, un grave accidente cuando corría los 1.000 metros del delta del río Paraná le causó la amputación del brazo derecho, lo que lo obligó a reinventarse y a aprender a ser zurdo.
En un reciente programa de televisión, demostró su habilidad para hacerse el nudo de la corbata con un solo brazo, el izquierdo, desdramatizando su situación.
Padre de una hija en la juventud y abuelo de una niña, aún juega en la Primera División del Futsal (fútbol de cinco).
Frente a quienes señalan que de llegar a la presidencia estará condicionado por Kirchner, él afirmó el jueves: "Yo puedo y voy a hacer lo que haga falta y lo voy hacer a mi manera".
Desde hace 30 años convive -casados, separados y juntos de nuevo- con Karina Rabolini, una famosa exmodelo, empresaria en el mundo de la moda, que lo apoya más allá de posar ante las cámaras.
Rico de cuna, Mauricio Macri carga con el peso de ser hijo del empresario Franco Macri, un italiano que llegó a Argentina a los 19 años en 1949 y que hizo fortuna en su país de adopción donde es conocido por su buena relación con los gobiernos de todas las tendencias, incluso con la actual presidenta Kirchner, archirrival de su hijo.
La constructora que sentó la base de la fortuna familiar, una de las mayores de Argentina, se diversificó en el grupo SOCMA con ramos en los sectores automotor, aeronavegación, energías renovables y desarrollos agrícolas.
Parco, en los últimos años se ha esforzado por mostrarse carismático bailando cumbia o cantando rock en sus apariciones de campaña. "No queremos más que el que gana la elección se sienta dueño del Estado", dijo el jueves al afirmar que representa una opción de unión nacional.
"Fue generándose una sana rebeldía de decir que podemos más, que merecemos vivir mejor", dijo el político que hace un mes reivindicó las políticas sociales más populares del kirchnerismo después de años de denostarlas.
Mauricio, que tiene cinco hermanos, siempre quiso "ser el 9 de Boca o cantante".
A falta de condiciones terminó siendo presidente de Boca de 1995 a 2007, en una etapa de gloria del club que lo catapultó a la política.
Ha estado casado tres veces, por primera vez a los 22 años con Ivonne Bordeu (1981-991), con quien tuvo tres hijos. Luego, desde 1994 estuvo nueve años casado con la modelo Isabel Menditeguy.
En la actualidad lleva cinco años casado con la empresaria textil Juliana Awada, 41, una mujer con impronta de modelo y amiga de Rabolini.
Con ella, madre de una niña de 12 años producto de una relación anterior, Macri tiene una hija de tres años.
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