Se acabó el mito: para ser el perfecto delincuente no basta con internet y la televisión

"Hace años una chica en Tarragona fue violada y asesinada. Su novio pedía justicia y que se colgara al que lo había hecho. Finalmente resultó que había sido él el responsable y se le pilló por una mordedura", relata Juan López Palafox, profesor coordinador de Odontología Forense en la Universidad Alfonso X. "Este tipo hizo la mayor cantidad de burradas con el cuerpo de la novia porque tenía experiencia y sabía qué hacer para que no le descubrieran".

Hagamos la prueba. Si introducimos en Google"cómo cometer el crimen perfecto", la búsqueda ofrece 146.000 resultados;"cómo asesinar a alguien", casi tres millones y medio; "cómo construir una bomba atómica", 648.000.

Y no sólo internet, series de televisión como CSI, Mentes criminales, NCIS, ofrecen gran cantidad de información sobre los métodos de investigación policiales. ¿Puede esto influir en los criminales a la hora de delinquir?

"Más que influir directamente en la acción final, sí que puede influir en la intención", explica Rodolfo Gordillo, Profesor del Grado de Criminología de la UDIMA. "Pero a la hora de llegar a realizar el acto tiene que haber una serie de requisitos como alcohol, alteraciones mentales... que normalmente las personas de la calle no tienen. Más bien esas series lo que consiguen es un efecto disuasorio porque al final casi todos son capturados".

De la misma opinión es Palafox, que asegura el criminal ha recurrido siempre a un sinfín de fuentes de información. "El delicuente va por delante de la policía y la policía va adaptando sus técnicas a los delitos que se cometen", asegura y remacha "el delicuente se documenta de muchas formas".

El efecto imitación

En pleno romanticismo Goethe publicaba"Las cuitas del joven Werther", en la que se recogía la historia de un joven con talento que acababa suicidándose con un disparo en la cabeza. La novela tuvo que ser prohibida en varios países porque desencadenó una ola de suicidios en jóvenes mediante el mismo método.

"Es el efecto halo", explica Gordillo, "aquí también ha habido algunos psicokiller que una vez que han sido capturados se ha visto cómo han aparecido una serie de sucesos parecidos".

Sin embargo, para el experto es precisamente el peso que dan los medios de comunicación a estos comportamientos los que "agrandan y aumentan el hecho". "No son muy significativos pero al darlos tanto protagonismo por parte de la prensa parece que sí que tienen una influencia mucho más potente de lo que tienen en realidad".

Caso de Ruth y José

El último caso en el que los medios de comunicación han centrado su atención ha sido el relacionado con la desparición de los niños Ruth y José. El lunes pasado saltaba la noticia del hallazgo de restos humanos en una hoguera en la finca de Las Quemadillas, propiedad de la familia paterna.

A partir de ese momento la prensa ido desvelando todos los pormenores del caso y de la investigación policial. El hecho de que José Bretón hubiese podido construir un horno crematorio para acabar con las pruebas, cómo se lleva a cabo el análisis de los huesos y los dientes... ¿puede estar aportando información para futuros delincuentes?

"Cuando uno piensa en cometer un delito en lo que piensa es en no dejar pruebas", asegura Gordillo. "Algunos los cometen pero cometen errores. Los medios de las pesquisas policiales son buenos y el 90% de los casos que hay se resuelven".

"Yo creo que no tiene culpa la divulgación de la noticia y máxime cuando en el caso de Bretón ha tenido en su mano una fuente de información muy importante como es el ejército" explica Palafox. "La gente va aprendiendo, pero no creo que sea por la tele o internet, pese a que estos medios enseñen mucho. Aunque no lo vieran, tendrían los medios para saberlo, es una cadena que no tiene solución".