"Se me heló la sangre", dice la fotógrafa que tomó la instantánea del pequeño Aylan

Nilüfer Demir jamás imaginó que su vida cambiaría el pasado miércoles por la mañana. Esta joven fotógrafa de la agencia turca de noticias Dogan tomó la dramática imagen del bebé ahogado en una playa de Bodrum. Una instántanea que ha dado la vuelta al mundo y que esperemos remueva conciencias.

La autora explica en la página web de la agencia para la que trabaja que se le heló la sangre cuando vio el cuerpo del pequeño con su camiseta roja y su pantalón corto. "No podía hacer nada por él.Lo único que podía hacer es que su grito fuera oído en el mundo, y lo hice con su fotografía"

La playa en la que aparecieron los cadáveres está lejos del centro urbano de Bodrum y suele ser un punto de partida de las barcazas que usan las mafias para que los refugiados sirios lleguen a Grecia. "Normalmente, hacemos turnos con los compañeros y el miércoles me tocó a mí. Llegué sobre las seis o siete de la mañana. Me encontré un grupo de paquistaníes y en ese momento vimos algo varado en la playa" describe en una entrevista en Le Monde

"Para entonces ya no había nada que hacer. Allí había un cadáver con la camiseta roja levantada y pantalón azul marino. No había nada que yo pudiese hacer por él. Podía darme cuenta por la ausencia de gritos. Lo único que podía hacer era apretar el botón e hice la foto en ese momento", describe.

Preguntada por los sentimientos que le abordaron al apretar el obturador, la fotógrafa señala en Le Monde que "al principio no reaccioné, pero después me di cuenta de que esta imagen reflejaba la dura situación de estas personas. Era mi obligación tomar esa foto", insiste.

El pequeño Aylan Kurdi, de 3 años, su hermano de 5 años, Galip, y su madre, Rehan, de 35, murieron después de que el barco en el que viajaban hacia Grecia volcara. Su padre, Abdulá, fue encontrado medio inconsciente y llevado al hospital cerca de Bodrum, según ha informado el diario turco 'Sabah'.

La familia de Aylan había estado intentando conseguir asilo en Canadá tras huir de la localidad de Kobani, en el norte de Siria y que durante meses estuvo controlada por Estado Islámico, según ha contado uno de sus familiares a un diario canadiense.