Los servicios de inteligencia españoles están más alerta que nunca. A una semana del fin del Ramadán el riesgo de atentado es más alto que nunca.
Así lo han confirmado a lainformacion.com fuentes de la Guardia Civil, que marcan, además, como día especialmente crítico la fiesta de Idu Al-Fitr, el próximo día 7, con la que concluye el mes de Ramadán.
"El Estado Islámico ha llamado a sus fieles a perpetrar atentados durante este mes. El último día es complicado, porque es un día festivo en el que hay grandes concentraciones de musulmanes celebrando este momento y en el que los ánimos de los radicales están más exaltados. Todos los años se han producido matanzas este día, aunque normalmente han sido en países como Siria o Irak. Este año en Occidente la alerta es mayor", detallan.
Por tanto, desde la Guardia Civil se han incrementado las medidas de prevención en redes sociales, así como el control hacia aquellos individuos que, si bien aún no han cometido ningún delito, son susceptibles de estar radicalizados.
Por otro lado, y como consecuencia de la alerta 4 en la que se encuentra España, la presencia policial, tanto de paisano como uniformada, es constante en las calles y se vigilan con especial celo las infraestructuras críticas, así como aquellos eventos en los que se puede producir una mayor concentración de gente.
Sin embargo, añaden estas mismas fuentes que la coordinación con otros servicios como el CNI o la Comisaría General de Información es clave. "Ante la amenaza yihadista tenemos que estar más unidos que nunca. Los tres servicios que luchamos contra el yihadismo tenemos una sintonía que no se había visto nunca en la historia española. Somos perfectamente conscientes de que es la única manera de acabar con la lacra del terrorismo. Los mandos de los servicios están permanentemente en contacto", comentan.
La fiesta de Idu Al-Fitr tiene dos momentos cumbre: la oración de la ruptura del ayuno y la entrega de una limosna en especies, generalmente comida, a personas necesitadas (Zakat al Fitr).
Además, durante esta jornada, los musulmanes hacen regalos a los niños, les visten con ropa nueva y con ella acuden a la mezquita para la primera oración de la mañana. Al salir del rezo, toda la familia acude al cementerio a recordar a sus parientes fallecidos y por la tarde visitan a sus familiares y amigos.
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