Si estudias, trabajas; pero si eres mujer, trabajarás menos

Cuando los padres se empeñan en que sus hijos estudien en pos de un futuro mejor resulta que tienen razón. Ésta es una de las principales conclusiones del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)-La Educación de un vistazo: Actualización de los indicadores laborales y educativos-presentado este lunes en Londres.

A más cualificación, mejores oportunidades de acceder a un empleo y, por ende, menor riesgo de padecer el paro.Así, de acuerdo con los datos del informe, en los 34 países -más otros invitados como Brasil, Rusia, Argentina, China, Colombia, India, Indonesia, Letonia, Arabia Saudí y Sudáfrica-que integran la OCDE, los licenciados universitarios -o con estudios superiores- tienen un 83% de posibilidades de acceder al mercado de trabajo. Por su parte, dicho porcentaje se reduce diez puntos -hasta un 73%- en el caso de los titulados en bachillerato o Formación Profesional y sus equivalentes en los distintos estados. Para aquellos que sólo acreditan una formación de enseñanza secundaria, la oportunidad laboral disminuye hasta un 55%.

En este sentido -en virtud de otro informe de la misma organización publicado en diciembre de 2014- sacar una carrera enBrasil, Chile, Hungría, Turquía o Estados Unidos reporta más beneficios laborales que en cualquiera de los otros países de la OCDE. Tan es así que un licenciado universitario en Brasil, EEUU o Turquía puede llegara cobrar un 65% más que un bachiller o una FP(o sus equivalentes).En el caso de algunos países latinoamericanos este dato se explica en la medida en que no existen suficientes 'universitarios de reemplazo' para sustituir a los ya jubilados lo que tiende a reflejarse en la nómina.

Ocurre precisamente lo contrario enpaísesdonde existe ungran número de licenciados. Así, enSuecia,Dinamarca o Nueva Zelanda, las diferencias salariales entre unos trabajadores y otros son prácticamente imperceptibles.

Volviendo al documento presentado este lunes en Londres, en el caso concreto deEspaña,encontramosdatos alarmantes.Nuestro país lidera -junto con Grecia y la República Checa- el porcentaje de parados entre aquellas personas con estudios básicos, por encima del 25%. Pero no sólo eso, España se sitúa asimismo la cabeza del desempleo-en esta ocasión sólo con Grecia- entre los licenciados superiores con un porcentaje superior al 15%. Cabe asimismo destacar que la proporción de jóvenes no universitarios en España es superior al 30%, 'honor' que en Europa sólo compartimos con Portugal.Ellas tienen más estudios, ellos más trabajo

La relación entre el empleo y los indicadores de rendimiento educativo explota si nos detenemos a analizar las diferencias de género. Y no se trata de un caso aislado en España. Ocurre en casi todos los países de la OCDE: ellas estudian más pero trabajan menos. No porque quieran , si no porque no les dejan.

De este modo, aunque hay más españolas entre 25 y 34 años con estudios superiores que hombres, con el mismo nivel de titulación ellos consiguen más trabajos mientras ellas se suman a las filas del paro.De los 34 países de la OCDE, más los estados invitados, que componen el estudio sólo en Holanda hay más mujeres con estudios superiores trabajando que hombres.

En líneas generales,sólo el 66% de las mujeres españolas tiene un trabajo frente al 80% de la población masculina con un nivel educativo equivalente.La diferencia ronda los 20 puntos porcentuales en el caso de estudios básicos (65% para hombres y 45% para mujeres); sobre 15 puntos entre hombres y mujeres hasta la educación terciaria (80%, ellos frente al 66% de ellas) y 10 puntos entre mujeres y hombres con estudios superiores (88% frente a 79%, respectivamente). Entre los países de nuestro entorno sólo podemos compararnos porcentualmente con Portugal.

En este sentido, los autores del informe subrayan que son los países con grandes desequlibrios salariales -y con escasa oferta de guarderías- como España los que más padecen la brecha de género. Muchas mujeres que deciden ser madres y adoptar un rol tradicional en la unidad familiar deciden quedarse en casa dadas las mayores dificultades de acceso al mercado laboral que los hombres o las sangrantes diferencias salariales entre unas y otros.