Siete nuevos obispos en proceso de ordenación sin la aprobación del Vaticano

  • Al menos siete diócesis se preparan para consagrar a sus obispos en China "cuando las condiciones sean las adecuadas", afirmó el vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica de China, Joseph Guo Jincai, citado hoy por el diario "China Daily".

Pekín, 22 jul.- Al menos siete diócesis se preparan para consagrar a sus obispos en China "cuando las condiciones sean las adecuadas", afirmó el vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica de China, Joseph Guo Jincai, citado hoy por el diario "China Daily".

Guo, de 43 años y obispo de Chengdé en la provincia de Hebei (norte) no dio fechas "porque el trabajo preparatorio es complicado (incluye la aprobación por la comisión de asuntos religiosos) y deben asistir los obispos de otras diócesis".

"Siete están en proceso, pero hay vacantes 40 diócesis (de 97) por fallecimiento o avanzada edad de los prelados", dijo hoy a Efe Liu Bainan, presidente honorario y exportavoz de la asociación.

Según Liu, como la designación es para toda la vida, "no como la de un alcalde que puede ser destituido" algunos atraviesan procesos de verificación de hasta tres o cuatro años.

"China no puede parar la difusión del Evangelio que está en su mejor momento. Cada año entran en la Iglesia más de 100.000 personas y en los últimos 60 hemos conseguido mucho. Tenemos que obedecer a Dios que ordena transmitir la Palabra, algo que también pide el representante de Dios en el mundo, el Papa", añadió.

Desde 1951 (cuando se rompieron las relaciones) no lo hicimos mal, informábamos a Roma de las ordenaciones, pero por motivos políticos no se avanzó y la situación obligó a consagrar obispos según la tradición, lo que ya sucedió en otras épocas de la Iglesia", señaló.

Además, dijo hoy Liu, decenas de obispos ordenados en los últimos años sin la oposición de Roma fueron reconocidos.

Los problemas con el Vaticano, añadió el presidente honorario de la Asociación, surgen de la falta de comunicación por la ausencia de relaciones diplomáticas "y es Roma quien tiene la clave".

"Sin embargo, tras la consagración de Guo en noviembre, Roma no aceptó ordenación alguna pues cambiaron en Roma personas y actitudes, ni acepta que los sacerdotes asistan a las consagraciones", destacó.

El último obispo consagrado el 14 de julio fue Joseph Huang Bingzhang en Shantou (Cantón, sureste) y como el anterior, Joseph Lei Shiying en Leshan (Sichuan) el 4 de julio, fue excomulgado.

La Conferencia Episcopal de China no se ha pronunciado sobre las excomuniones mientras anuncia más ordenaciones, pero algunos católicos fieles al Papa las consideran una llamada de atención positiva para salir de la zona gris contemporizadora de años.

La posición oficial es que "las excomuniones no ayudan a la unidad religiosa en China y causarán más problemas".

Algunos expertos chinos como Zhuo Xinping, director del Instituto de Asuntos Religiosos de la Academia de Ciencias Sociales, reconocen su sorpresa por la dura medida y sitúan las relaciones entre el Vaticano y China en su nivel más bajo.

"Hubo ocasiones en las que se ordenaron obispos sin aprobación papal, pero excomulgar es raro", dijo Zhuo.

El punto de inflexión del empeoramiento de las relaciones fue en noviembre con la consagración de Guo, la primera desde 2006 sin aprobación de Roma, y que luego fue designado vicepresidente de la Asociación, sometida al Partido Comunista.

El obispo John Fang Xingyao, presidente de la Asociación, calificó de prioridad las ordenaciones episcopales siguiendo procedimientos eclesiales tradicionales y animó a los fieles a elegir a sus líderes espirituales en declaraciones anteriores.

El Gobierno chino califica la insistencia en el derecho del Papa a nombrar obispos de "injerencia en asuntos internos de China" y defiende que la asociación tenga la decisión final.

Según internautas chinos, la voluntad del Partido Comunista de controlar hasta la religión se encuentra en el origen de los problemas.

"El obispo de Xian, Li Wuan, llegó a establecer un puente de diálogo con Roma, pero el liderazgo político entendió que perdía poder", escribió Elia Liu.

Según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, la designación de obispos por la Asociación "demuestra que la libertad religiosa existe en China y asegura el buen desarrollo del catolicismo. Cualquier crítica o acusación no tiene fundamento".

En China existen de 8 a 12 millones de católicos, según el Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial y la clandestina, fiel a Roma.

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