"Sin las pelotas de goma se dejará más indefensos a los mossos"

El Parlament Catalán ha aprobado este viernes prohibir las pelotas de goma a partir de abril de 2014 y ha rechazado, con la oposición de CiU, ERC, PP y Ciutadans (C's), suprimir también los proyectiles de precisión, que se vislumbran como la principal alternativa para sustituir a las que se han vetado.

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La reacción de los sindicatos policiales no se ha hecho esperar, aseguran que la decisión es un error ya que consideran que el material es efectivo si se emplea de forma proporcionada con el objetivo de "evitar males mayores" ante una masa violenta.

"El problema no es el material antidisturbios sino el uso que se hace de él", ha asegurado el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, quien considera que las pelotas de goma son un instrumento "eficaz" y "nada lesivo" si se emplea correctamente.

Para Benito, la decisión pactada entre CiU y ERC de que la Policía catalana no emplee estas pelotas dentro de cinco meses es "simplemente un lavado de cara" ante las reiteradas equivocaciones del departamento de Interior del Gobierno catalán.

Una opinión con la que coincide el secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), Ignacio López, tampoco partidario de la retirada de estos elementos "muy eficaces para evitar males mayores y para impedir que se produzca un cara a cara entre manifestantes violentos y agentes".

Ambos sindicatos también defienden que está "muy regulado" el empleo de las pelotas de goma por parte de las fuerzas de seguridad para dispersar una manifestación violenta y de que de momento no hay otros materiales antidisturbios igual de útiles, pues el uso de camiones con agua tienen una función limitada.

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"Sin las pelotas de goma se dejará más indefensos a los mossos", vaticina Benito, mientras que López asegura que eliminar este material debilitará a los agentes catalanes.

Por su parte, el portavoz del Sindicado de Policía de Cataluña (SPC), David Miquel, reclamaba el pasado miércoles a Interior que se le diera "un elemento sustitutivo a las balas de goma, porque el modelo de orden público es de distancia", y se mostraba a favor de que se dotase a los Mossos de una tecnología que minimizase los accidentes.

El portavoz del SAP-UGT, Valentín Anadón, aseguraba que es necesario "replantear" el modelo que prevé mantener la distancia entre policía y vándalos, y adoptar el modelo anglosajón de entrar en el cuerpo a cuerpo, más costoso porque necesita de un número de policías más elevado. Puntualizaba además que como sindicato no están "ni a favor ni en contra de las pelotas" y que trabajarían con las herramientas que determinasen los responsables políticos, pero ser realista porque es necesario "mantener el orden público".

Toni Castejón, del SME-CC.OO., aseguraba: "Trabajaremos con lo que nos den", mientras que desde el CAT, Jordi Costa puntualizaba que las lanzadoras no suplen el efecto de las pelotas de goma, que permiten dispersar a masas en caso de incidentes graves: "No tienen el mismo efecto".

Sin embargo, ha confiado en que, cuando se cumpla el plazo para retirar las pelotas, al menos se haya dotado de dos lanzadoras por cada unidad de la Brigada Móvil (Brimo), y ha recordado que a los antidisturbios "hay que dotarles de un medio disuasorio potente".