Sobrina nieta de Pío Baroja publica su diario de amazona en la Casa de Campo

  • Carmen Caro, sobrina nieta de Pío Baroja acaba de publicar "Diario de una amazona en la Casa de Campo" (Caro Raggio), en el que recoge sus experiencias cabalgando por el mayor parque público de Madrid durante el año 2011.

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 26 feb.- Carmen Caro, sobrina nieta de Pío Baroja acaba de publicar "Diario de una amazona en la Casa de Campo" (Caro Raggio), en el que recoge sus experiencias cabalgando por el mayor parque público de Madrid durante el año 2011.

Carmen Caro, hija del también escritor Pío Caro Baroja y editora del libro "Una amistad andaluza: correspondencia entre Julio Caro Baroja y Gerald Brenan", ha dicho a Efe que el desencadenante para escribir estos diarios fue la relectura, en la Navidad de 2010, de "Las cosas del campo", del poeta malagueño José Antonio Muñoz Rojas.

"Empecé con el tono de Muñoz Rojas, pero el 'Diario' enseguida se reorientó solo y adquirió el aspecto que tiene ahora; y en realidad no lo considero un diario, es también una obra de ficción porque tiene añadidos", ha explicado la autora que esta noche lo presenta en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

"Sobre la Casa de Campo hay muchos libros y guías, y es muy conocida por muchísima gente, por casi todos los madrileños, pero lo que no existía era una crónica de campo de una amazona, sí en Inglaterra y en Estados Unidos, pero no en España", ha señalado.

Carmen Caro, bibliotecaria de profesión y nacida en Madrid en 1962, ha asegurado que con este libro le ha "cogido afición" a la actividad literaria y que para el año próximo, centenario de su tío Julio Caro Baroja, preparará algo aunque de carácter académico.

Con Julio Caro Baroja convivió la autora muchos años: "Era soltero y vivíamos juntos con toda la familia; me he pasado buena parte de mi infancia dibujando en la misma mesa que dibujaba él".

Y cree tener muchas cosas en común con su tío: "Su timidez horrorosa, la necesidad de tener un mundo propio, la capacidad de entretenerme sola, el escepticismo con el mundo, una necesidad absoluta de independencia y un sentido del humor ácido e irónico; otras cosas ya me hubiera gustado heredarlas, como su inteligencia, su capacidad de análisis y de trabajo", ha dicho.

En una familia en la que casi todos escriben, con quien más se identifica es con su abuela Carmen Baroja, autora de "Recuerdos de una mujer de la Generación 98".

De todos los libros de su familia, desde los de su tío abuelo el también pintor Ricardo Baroja hasta los de su propio padre, prefiere no elegir ninguno porque "son muy distintos, Pío escribió novelas y Julio Caro Baroja estudios de etnología y de historia, aunque lo cierto es que los temas que Pío trataba en sus novelas, como la brujería, eran luego analizados en los estudios de Julio".

Carmen Caro comenzó a montar a los 12 años, lo dejó por completo y, poco antes de cumplir los 30, viendo un día los caballos del club de la Casa de Campo se preguntó por qué dedicaba su tiempo al voleibol, al golf o a correr cuando lo que realmente le gustaban eran los caballos, y decidió retomar su antigua afición.

Para Carmen Caro lo mejor de esta afición es "la combinación de movimiento y paisaje", por lo que también ha acompañado los textos de su "Diario" de los paisajes que, con tintas, ha ido plasmando en sus paseos a caballo de las vistas que ofrece la Casa de Campo.

"Diario de una amazona en la Casa de Campo" está protagonizado por "Morritos", una veterana yegua veinteañera que ahora disfruta de una, según su dueña, merecida "jubilación" en los montes vascos y cuyos últimos trotes han sido reflejados en este libro.

Ha sido sustituida por "Conmiriam", una purasangre de siete años que corrió en Lasarte y que Carmen Caro ha aceptado como regalo: "Ahora las cosas están tan mal que los caballos los regalan".

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