Somalia, al borde de la guerra civil

  • Aún no ha estallado una guerra declarada, pero el Gobierno que accedió al poder hace un año tras 20 de anarquía, está luchando con escaso recursos contra los insurgentes islamistas que se oponen a un Ejecutivo a cuyos miembros no consideran "verdaderos musulmanes".
Somalia no encuentra la paz tras los conflictos entre el ejército y los rebeldes extremistas
Somalia no encuentra la paz tras los conflictos entre el ejército y los rebeldes extremistas
Agencia EFE
Tim Freccia y Mark Scheffler | GlobalPost

(El siguiente vídeo está en inglés. Puedes leer su transcripción al castellano más abajo).

In situ: Mogadiscio, Somalia

Somalia está sitiada: Un nuevo gobierno lucha contra la insurgencia de islamistas [radicales]

No hay nada pintoresco en dar una vuelta por Mogadiscio, la capital de Somalia convertida en un sitio de guerra. Lo mejor es realizar la ruta en un gran convoy de vehículos blindados y armados. Esta ciudad está sitiada por una buena razón. Somalia ha estado en una situación de anarquía durante más de 20 años y algunas de las batallas más salvajes para controlar el país se están produciendo ahora, en sus propias calles.

Y en medio del fuego cruzado, un nuevo gobierno está esforzándose por tomar forma, donde Sheik Sharif Sheik Ahmed -un antiguo profesor que a menudo tiene que refugiarse en su finca, porque es demasiado peligroso aventurarse a salir al exterior- está luchando paso a paso contra la insurgencia islámista radical llamada Al Shabab.

El nuevo presidente necesita ayuda desesperadamente. Sus vehículos blindados pertenecen a las fuerzas pacificadoras de la Unión Africana, con 5.300 soldados de Uganda y Burundi, que permanecen aquí intentando proporcionar al frágil Gobierno algo de aire para respirar.

Pero Somalia está empezando desde cero. "Todo es consecuencia de un problema de capacidad; falta de personal e incluso de infraestructuras físicas", explica Mukthar Anaishe, consejero de Seguridad del presidente. Anaishe añade que "mucha gente tiene miedo de presentarse para un puesto, aunque estén cualificados, porque no hay seguridad".

La seguridad es realmente escasa aquí. Ésta [imagen de las afueras de Mogadiscio] es la primera línea de combate entre el Gobierno y Al Shabab, un área llamada K-4. Las pobremente equipadas fuerzas somalíes tratan de detener a los insurgentes. Si se rinden y ceden este terreno, el nuevo Gobierno será derribado.

Aunque la situación es muy inestable, el teniente David Oketcho, un comandante de la Unión Africana, cree que tienen ventaja sobre Al Shabab: "No son excesivamente fuertes, porque desde que comenzaron a atacarnos, no han vencido a ninguno de nuestros destacamentos. Por eso digo que no son fuertes".

Como estas fuerzas [de la Unión Africana] están aquí para garantizar la paz, no tienen permiso para lanzar ataques contra un enemigo que es salvaje y profundamente fundamentalista. La causa de Al Shabab se ha expandido por todo el país. Este miembro de los insurgentes capturado [que se ve en las imágenes] considera que el presidente Ahmed no está cualificado para el puesto: "Sheik Ahmed y su equipo no son verdaderos musulmanes. Se supone que deberíamos lucha con ellos".

Estados Unidos ha proporcionado algo de armamento y apoyo financiero [al Gobierno de Estados Unidos]. Este joven somalí [en las imágenes] es un admirador de Barack Obama. Recita las líneas de un discurso que el presidente estadounidense dio sobre un futuro mejor, aunque sabe que el futuro de su propio país continúa siendo profundamente incierto: "Enviamos un mensaje al mundo. Nunca hemos sido una simple colección de individuos o una colección de 'Estados rojos' [republicanos] o 'Estados azules' [demócratas]. Somos y siempre seremos los Estados Unidos de América".

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