Aprobada por la UE

La startup catalana que busca ayudar a 50 millones de pacientes de epilepsia

David Blánquez, CEO y fundador de 'mjn Neuro' dejó su trabajo como ingeniero para desarrollar un aparato capaz de detectar hasta tres minutos antes una crisis. Lo hizo por su hija, diagnosticada de la enfermedad.

Marina es la hija del fundador de la empresa que ha desarrollado el aparato que detecta crisis de epilepsia.
Marina es la hija del fundador de la empresa que ha desarrollado el aparato que detecta crisis de epilepsia.
mjn neuro

A Marina le detectaron con dos años que sufría epilepsia. Desde 2009, cuando su hija contaba ya con siete años, David Blánquez, ingeniero industrial, se ha dedicado en cuerpo y alma a trabajar para crear un dispositivo que "pudiera ayudarle a ella, a hacer su vida mejor y más segura", y por extensión a todos aquellos que sufren esta enfermedad: alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo, 400.000 de ellas en España. 

Hoy, once años después del comienzo de su búsqueda, David Blánquez es CEO y fundador de ‘mjn Neuro’, startup con sede en Blanes (Girona), y empieza la comercialización del primer producto sanitario en el mundo que predice las crisis epilépticas. Se trata de un auricular desde donde se registra la actividad eléctrica del cerebro, se procesa la información y se envía una señal de aviso al teléfono móvil del paciente. El hecho de advertir de la crisis de 1 a 3 minutos antes de que suceda permite a la persona tomar medidas de seguridad y avisar a quienes le rodean. 

"El dispositivo está especialmente indicado para pacientes farmacorresistentes, que son los que sufren un mayor número de crisis y representan el 30 % del total". Y es que casi "la mitad de las personas con epilepsia padece ansiedad y/o depresión, por lo que disminuir la incertidumbre de las crisis puede mejorar su estado emocional". 

"Este es un proyecto personal", cuenta David. "Yo tengo una hija con epilepsia desde los dos años y desde hace mucho tiempo estaba buscando un dispositivo que pueda ayudarle. Empezamos en 2009 y a partir de 2014 comenzamos a diseñar y desarrollar el auricular; en 2016 yo dejo mi trabajo y me dedico ‘full time’ a este proyecto, comenzamos a probar el dispositivo en mi hija; luego ha venido la homologación de la UE como producto sanitario, ya tenemos todos los permisos y ahora es el momento de lanzar el producto", explica David.  

El dispositivo es parecido a un audífono que, a través de unos sensores, registra la actividad eléctrica del cerebro en tiempo real a través del canal auditivo. Esta información se analiza por medio de algoritmos de inteligencia artificial personalizados que determinan el riesgo de crisis de epilepsia. Cuando el riesgo es elevado, el producto, que está conectado mediante una app al teléfono móvil del paciente, lanza una señal de aviso, tanto a él como a sus contactos de confianza. El paciente recibe la alerta de 1 a 3 minutos de media antes de que se produzca la crisis, lo que le permite tomar medidas de seguridad, como sentarse o tumbarse en el suelo, así como avisar a las personas de su alrededor. 

"Esta funcionalidad de prevención fue el principal objetivo con el que creamos el dispositivo, ya que durante las crisis la persona puede sufrir accidentes, como caídas y golpes, algunas veces, de gravedad, y todos los dispositivos existentes hasta ahora solo te avisan cuando ya estás sufriendo la crisis". La propia hija de David, Marina, recuerda cómo en una ocasión fue a dormir a casa de una amiga y tuvo una crisis epiléptica. "Sufrí un ataque y me di un fuerte golpe en la cabeza contra el suelo, que casi me hizo perder la conciencia".

El hecho de que los pacientes con epilepsia no puedan saber cuándo tendrán una crisis provoca un impacto emocional negativo en gran parte de ellos. Así, el 54% de las personas con esta enfermedad padece ansiedad y un 32%, depresión. "Este producto sanitario reducirá esta incertidumbre y, con ello, los sentimientos negativos que conlleva, que empeoran las crisis y disminuyen la calidad de vida", señala el CEO de mjn-neuro. "También aumentará la seguridad en uno mismo, aportará tranquilidad a los cuidadores y fomentará las relaciones sociales", añade. 

Por todo ello, mjn-SERAS está especialmente indicado para pacientes con epilepsia refractaria, que son aquellos en los que el tratamiento farmacológico no controla la totalidad de las crisis, y representan el 30%. Estos pacientes tienen ataques de manera frecuente y, algunas veces, severos. "En 2006, con solo 4 años de edad, llegué a sufrir de 10 a 15 crisis epilépticas diarias, cuyas consecuencias conllevaron que tuviera que estar ingresada en el hospital durante un largo periodo de tiempo", explica Marina. 

Los datos derivados de las crisis recurrentes que tienen las personas con epilepsia farmacorresistente son los que se han utilizado para crear algoritmos de inteligencia artificial personalizados para cada caso y que son los que permiten prever los ataques. "Si un paciente toma medicación que le funciona y está estable no tiene que llevar el dispositivo porque si, por ejemplo, tuviera solo una crisis al año sería necesario un largo periodo de tiempo para crearle su algoritmo", indica David Blánquez.

Durante 2019, mjn-neuro llevó a cabo, en la Unidad de Epilepsia de la Clínica Corachan de Barcelona y en el Centro de Neurología Avanzada de Sevilla, un ensayo clínico con 30 pacientes con epilepsia refractaria, que le permitió obtener, el pasado mes de abril, el certificado CE para productos médicos por parte de la Unión Europea. Según el doctor Ángel Aledo, neurólogo especialista en epilepsia del Hospital Ruber Internacional y la Clínica Corachan, existe un gran esfuerzo a nivel internacional por buscar dispositivos que detecten crisis de manera precoz, para ayudar a las personas con epilepsia y a los médicos a reducir la incertidumbre asociada a esta enfermedad. 

"La monitorización de las crisis de epilepsia puede ser de gran utilidad para el médico, especialmente, cuando estas resultan difíciles de controlar con tratamiento y la persona y su entorno tienen que convivir con ellas". Aunque en España hay unos 400.000 afectados, se estima que la incidencia es superior a la conocida debido a la estigmatización que existe en la sociedad acerca de esta enfermedad. Esta estigmatización puede provocar que, en algunos casos, los afectados no busquen tratamiento. Para reducir la discriminación es necesario mejorar los conocimientos y aumentar la concienciación sobre la epilepsia en la escuela, el lugar de trabajo y la comunidad. David cuenta cómo cambió su vida a partir de que a su hija le diagnosticaran, con dos años, la enfermedad. "Cualquier enfermedad mental supone un cambio en la vida personal muy importante. Esto es evidente. Ya te dedicas a esto todo el tiempo. Y en la vida profesional también. Soy ingeniero, trabajaba en el sector de la inteligencia artificial, la robótica, haciendo maquinaria. En un momento abandoné toda esta actividad profesional de 20 años y tienes que empezar de cero y en un sector muy diferente, con tecnología diferente... Es un cambio radical". 

Cada dispositivo, cuyo lanzamiento comercial está previsto para el 21 de noviembre, "costará 1.750 euros, IVA incluido, y son, digámoslo así, dispositivos ‘a la carta’ creados específicamente para cada paciente. El hardware, con un molde para cada persona, y el software, el algoritmo, creado individualmente para cada paciente. Todo está personalizado". Las metas, de mjn Neuro son "vender 1.000 equipos el año que viene; luego pasar a 2.000; 5.000 y 10.000 equipos. Esto es considerando ya el mercado de España durante este año y  desde el año que viene sumarle Holanda, Reino Unido y Alemania. A partir del 2022 será la entrada en USA porque ya estamos haciendo la prueba regulatoria... Hemos nacido con la idea de ser algo global. Los inversores que han invertido en nosotros, la UE... Todos los sistemas que tenemos alrededor del proyecto ya cuentan con esta expectativa. Tenemos que hacerlo".

El total de dinero invertido en el proyecto es de unos 3,3 millones de euros, que han llegado de una subvención de la UE y su estrategia 2020, de una ronda privada de inversores, 600.000 euros; de bastantes ayudas; de algún crédito, de algún concurso... "Y con ello somos capaces de salir al mercado y ahora estamos en una ronda de inversión de 4 millones de euros para toda la expansión en Europa y USA", señala David. "Participamos en el concurso de 2017 Mobile World Capital y ganamos el primer premio y eso te permite una cuantía económica, soporte tecnológico y poder tener de partner a una clínica de Barcelona, todo ello valorado en 250.000 euros. Aparte de prestigio, te abre puertas, etc..."

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