Steinbrück, un exaliado de Merkel que luchará por la Cancillería alemana

  • El socialdemócrata Peer Steinbrück se lanzó hoy a la lucha por la Cancillería alemana, con el 93,4 % de los votos de sus filas y la misión de quitarle el mando a Angela Merkel, de quien fue ministro de Finanzas en su etapa de gran coalición.

Gemma Casadevall

Berlín, 9 dic.- El socialdemócrata Peer Steinbrück se lanzó hoy a la lucha por la Cancillería alemana, con el 93,4 % de los votos de sus filas y la misión de quitarle el mando a Angela Merkel, de quien fue ministro de Finanzas en su etapa de gran coalición.

Aupado con ese resultado, Steinbrück se calzó el traje de precampaña electoral para los comicios generales de 2013 desde Hannover, la ciudad donde cinco días atrás Merkel fue reelegida líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) con casi el 98 % de los votos.

Lejos de los niveles de popularidad de la incombustible Merkel y a millas de lo que se entiende por un político carismático, el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) aboga por la justicia social como término compatible con la competitividad económica.

"Las elecciones no se ganan solo con popularidad, sino también con capacidad", sostiene Steinbrück, de 65 años y el aspirante de más edad que el SPD ha enviado nunca a luchar por la Cancillería.

De llegar al cargo, lo hará como el segundo más mayor que asume las riendas del país, después de que en 1949 Konrad Adenauer se convirtiera en el primer canciller de la República Federal de Alemania (RFA) con 73 años.

Ni el factor edad ni la aparente falta de encanto amilanan a un SPD que aclama como a un héroe al excanciller Helmut Schmidt, de 94 años, y menos en un país en que los políticos más valorados no son los físicamente más agraciados, sino los que imponen su ley.

La fuerza de Steinbrück está en su capacidad para la respuesta rápida, a veces rayana con el mal tono y con rictus malhumorado.

La velocidad con la que puede bombardear cifras y datos y la voracidad verbal con que apabulla al contrincante hacen que se le considere un virtuoso del debate, lo que practica con talante de boxeador.

Esas dotes le han convertido en un tertuliano codiciado en foros económicos hasta niveles peligrosos en su campaña: es el diputado del Bundestag (Parlamento) con mayores honorarios extras, lo que para muchos no cuadra con el perfil de candidato del SPD.

Steinbrück presume de político sin tapujos y sin complejos, que apuesta al todo o nada y afirma que su propósito es llegar al poder al frente de una coalición roji-verde, como la que lideró su correligionario Gerhard Schröder entre 1998 y 2005.

Niega la posibilidad de reeditar una gran alianza como la que lideró Merkel de 2005 a 2009 y en la que demostró su sangre fría al frente de Finanzas, en medio del estallido de la crisis en 2008.

Peer Steinbrück nació en 1947 en Hamburgo, también ciudad natal de Merkel, solo que la canciller creció en la Alemania comunista, donde se trasladó su padre, pastor protestante, siendo ella una niña.

Steinbrück, en cambio, hijo de un arquitecto hamburgués y madre danesa, pasó buena parte de su infancia y adolescencia ahí, a lo que se atribuye su gesto arrogante arquetípico de la ciudad hanseática.

Ingresó en 1969 en el SPD y ese fue desde entonces su único partido.

Con Helmut Schmidt en la Cancillería ejerció cargos en distintos ministerios, para pasar en 1986 a ser la mano derecha del primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Johannes Rau.

En ese "Land" (estado federado), el más poblado y durante décadas más esencialmente socialdemócrata del país, transcurrió buena parte de su carrera, hasta convertirse en 2002 en su primer ministro.

Ahí también sufrió el revés más duro de su vida política, al perder el SPD el dominio del "Land" en 2005, lo que decidió al entonces canciller Schröder a convocar elecciones anticipadas, en un intento por salir al paso del desgaste de poder.

Merkel se impuso en esos comicios y convirtió a Steinbrück en uno de los hombres fuertes de su gran coalición, al frente de Finanzas.

Ajedrecista apasionado, está casado desde hace 37 años con Gertrud Steinbrück, con quien tiene tres hijos ya adultos.

Su esposa confesó recientemente su admiración por Joachim Sauer, el marido de Merkel, a la que solo acompaña en las grandes ocasiones, puesto que prefiere dedicar su tiempo a su cátedra de Química en la Universidad Humboldt de Berlín.

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