Un submarino nuclear dañado del Reino Unido abandona Gibraltar

Un submarino nuclear del Reino Unido abandonó este viernes el puerto británico de Gibraltar, territorio reclamado por España en el que tuvo que atracar tras chocar con otra embarcación, informó el ministerio de Defensa.

El incidente sucedido el 20 de julio generó preocupación por sus posibles consecuencias medioambientales y la queja de las autoridades españolas en el enésimo choque diplomático entre Madrid y Londres por este territorio en el sur de España cedido al Reino Unido en 1713.

Una portavoz del ministerio de Defensa explicó que el "HMS Ambush" de la Marina Real británica había abandonado Gibraltar con el frente de su torre de mando todavía dañada pero era "absolutamente seguro para salir al mar". La portavoz rechazó señalar cuál era su destino.

El submarino realizaba ejercicios de entrenamiento cuando colisionó con un mercante cerca del Peñón por lo que tuvo que fondear en este pequeño territorio para ser revisado. Madrid pidió "explicaciones urgentes" a Londres e información sobre los daños sufridos.

La Marina británica intentó apaciguar temores, asegurando que la colisión no afectó el reactor nuclear de la embarcación.

La portavoz ministerial señaló asimismo que antes de partir el "HMS Ambush" fue sometido a "un exigente control de seguridad y una valoración completa sobre su capacidad de navegar con seguridad".

El suceso revivió el recuerdo de otro submarino accidentado en el 2000, el "HMS Tireless" que fondeó en Gibraltar durante un año para reparar una fisura en el sistema de refrigeración cerca de su reactor nuclear.

Su presencia generó protestas de grupos ambientalistas en Gibraltar y el sur de España y causó fricciones entre Madrid y Londres.

Gibraltar, situado en el extremo sur de la península Ibérica, fue cedido por España a Inglaterra en 1713 en virtud del Tratado de Utrecht. Pero Madrid reclama que le sea devuelto desde hace décadas, por lo que el pequeño territorio ha sido un foco de tensión bilateral recurrente.

El gobierno conservador español, en el poder desde 2011, ha sido un firme defensor de recuperar el enclave de gran valor estratégico al encontrarse en el estrecho que separa Europa y África.

En un momento de tirantez, en 2013, las autoridades españolas llegaron a imponer controles estrictos en los accesos que crearon largas colas para cruzar la frontera con Gibraltar.

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