Suu Kyi, "la dama", mas cerca de cumplir el sueño de la democracia en su país

  • Tras sufrir arresto domiciliario la mayor parte de los últimos 25 años por combatir la dictadura en Birmania (Myanmar), el sueño de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi de ver a los birmanos convivir en democracia empieza a cobrar forma.

Rangún (Birmania), 30 mar.- Tras sufrir arresto domiciliario la mayor parte de los últimos 25 años por combatir la dictadura en Birmania (Myanmar), el sueño de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi de ver a los birmanos convivir en democracia empieza a cobrar forma.

Suu Kyi, una ferviente admiradora del pacifismo de Mahatma Ghandi y budista devota, fue la piedra en el zapato del régimen castrense durante años.

El general Than Shwe, presidente de la Junta Militar desde 1992 hasta su disolución en 2011, tuvo prohibido que se mencionase el nombre de la opositora en su presencia y se refería a ella como "La dama".

Los seguidores de Suu Kyi también utilizan este fórmula para aludir a la hija del héroe de la independencia, Aung San, pero pronuncian el calificativo con veneración.

El actual presidente birmano y primer ministro en el régimen anterior, el exgeneral Thein Sein, se lleva mejor que su predecesor con la Nobel de la Paz de 1991 y ha promovido el diálogo con ella y las reformas democráticas en el año transcurrido desde que asumió el poder.

Suu Kyi nació el 19 de junio de 1945 y cuando tenía dos años su padre fue asesinado mientras trabajaba por la independencia de Birmania.

Con quince años viajó a la India para reunirse con su madre, Khin Kyi, que había sido nombrada embajadora en Nueva Delhi.

En 1964, llegó a la ciudad británica de Oxford para cursar estudios universitarios de Filosofía, Economía y Política, y allí conoció al profesor Michael Aris, con quien se casó ocho años más tarde y tuvo a sus hijos Alexander (1973) y Kim (1977).

Durante su estancia en Oxford, Suu Kyi empezó a trabajar en la biografía de su padre y luego en un libro sobre Birmania en el que, según los críticos, omitió los aspectos más controvertidos del férreo régimen que impuso el general Ne Win tras el golpe militar de 1962.

Fueron años que transcurrieron a caballo entre el Reino Unido y viajes al extranjero, como Bután y Japón, hasta que su madre sufrió una embolia en 1988 y regresó a la casa familiar de Rangún para cuidarla los pocos meses que la quedaban de vida.

El país atravesaba en aquellos momentos un creciente descontento popular alimentado por el desastre económico fruto de 26 años de políticas socialista del general Ne Win.

El malestar desembocó en manifestaciones multitudinarias y unas 3.000 personas, la mayoría estudiantes, murieron en las calles de Rangún aquel verano en las cargas del Ejército para sofocar las protestas que, si bien no derrocaron el régimen, precipitaron la retirada del general Ne Win y la elección de Suu Kyi como líder del movimiento democrático.

El general Saw Maung reemplazó al veterano dictador y apaciguó el clamor popular con promesas de elecciones y otras reformas que luego incumplió.

Suu Kyi sufrió su primer arresto domiciliario en 1989 y frustró su participación en los comicios que se celebraron el año siguiente y que ganó su partido, la Liga Nacional para la Democracia, aunque el resultado nunca obtuvo el reconocimiento oficial.

Sin teléfono ni internet y con las visitas controladas, la opositora aprovechó los años de confinamiento (1989-1995, 2000-2002 y 2003-2010) para estudiar, tocar el piano y mejorar el francés y japonés, al tiempo que mantenía viva la llama de la democracia en Birmania.

No pudo acompañar a su marido en sus últimos días cuando murió de cáncer en Londres en 1999, ni ver a sus hijos durante años porque rechazó el exilio que le ofreció el régimen.

Fueron años duros y difíciles con la persecución de la disidencia, el fracaso de la llamada "Revolución azafrán" en 2007, la promulgación de la Constitución promilitar de 2008 y la victoria del partido de los generales en las elecciones de 2010.

"Cuando me uní al movimiento democrático hice algunas promesas. Una de ellas es que no abandonaría hasta haber conseguido nuestro objetivo", ha explicado Suu Kyi en alguna ocasión.

Hasta que la situación en Birmania empezó a cambiar cuando la Junta Militar se disolvió en 2011, después de traspasar el poder a un gobierno civil afín que ha iniciado un programa de reformas de tinte democrático que ha recibido los parabienes de la comunidad internacional.

Suu Kyi recobró en libertad en noviembre de 2010 y desde entonces ha podido recibir a su hijo Kim, viajar por el país, hablar en foros internacionales por internet y reconstruir el movimiento democrático.

Y el domingo próximo "La dama" ganará su primer escaño parlamentario.

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