Tabaco. Una investigadora de la usc constata que el hábito de fumar se transmite de padres a hijos

SANTIAGO, 27 (SERVIMEDIA/AXENCIA GALEGA DE NOTICIAS)

Existe una relación causal entre el hábito de fumar de los padres y el de los hijos. Esta es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por la investigadora de la Universidade de Santiago de Compsotela, María Loureiro.
Así se recoge en un artículo publicado recientemente en el boletín de economía y estadística de la Universidad de Oxford, "Oxford Bulletin of Economics and Statistics", por parte de la profesora del departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Santiago (USC), en colaboración con investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Roma Tor Vergata. En el trabajo se emplearon datos procedentes de la encuesta del panel de hogares Británico (1994-2002).
La investigadora de la USC destaca una serie de novedades con respecto a resultados de trabajos anteriores en este campo. En primer lugar, a la hora de modelizar el hábito de fumar consideraron que pueden existir factores no observables comunes a padres y hijos, que, de manera conjunta, determinen el hábito de fumar en una familia.
En esta línea, la profesora apunta que estudios previos indican que la transmisión entre generaciones de las actitudes de riesgo es importante y que las preferencias temporales de los hijos y de los padres pueden estar correlacionadas. Concretamente, según los datos presentados por la profesora, las probabilidades estimadas de que el hijo fume si los dos padres fuman es de un 24%, reduciéndose a casi el 12% si ninguno de ellos lo hace.
En el caso de las hijas, la probabilidad de fumar si ambos progenitores fuman se estima en un 23% y se reduce también a un 12% si no son fumadores.
A la vista de estos resultados, la profesora Loureiro resalta su importancia desde el punto de vista del diseño de políticas públicas para combatir el tabaquismo. Así, a través de este estudio, las investigadoras profundizan en la necesidad de articular políticas anti tabaco para jóvenes que tengan en cuenta el contexto social donde viven.
Por otro lado, el estudio analiza el hábito del tabaquismo desde la perspectiva de género, es decir, cómo de manera separada e individual la probabilidad de que el padre o la madre fumen afecta de manera distinta al hijo o a la hija. Este análisis se llevó a cabo tanto en hogares donde conviven los dos padres como en hogares monoparentales, encabezados en su mayoría por madres. Los resultados obtenidos para los hogares donde los dos padres están presentes indican que existe un grado importante de transmisión intergeracional del hábito de fumar entre padres y hijos, en especial entre individuos del mismo género.
Así, según las investigadoras, los padres transmiten de forma estadísticamente significativa el hábito de fumar a sus hijos y las madres a sus hijas. Por el contrario, el hecho de que la madre fume no parece afectar a la probabilidad de que el hijo fume, ni tampoco el hecho de que el padre fume afecta a la hija. A la vista de estas conclusiones y tras tener en cuenta las condiciones socioeconómicas, precios del tabaco y localización del hogar, parece que las hijas tienden a imitar a sus madres y los hijos a sus padres.
Con respeto a los datos relativos a los hogares monoparentales, y con independencia del género del hijo, los resultados demuestran que el hábito de fumar de la madre se transmite de manera estadísticamente significativa a sus descendientes. En este caso, la probabilidad de fumar para un hijo si la madre fuma es de un 32% y de un 28% para una hija.

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