Tacloban se echa a la calle para homenajear a las víctimas del tifón Haiyan

  • Un año después de que el tifón Haiyán arrasara Filipinas y causara 6.300 muertos más de 1.000 desaparecidos, miles de ciudadanos se echaron hoy a la calles de Tacloban, la localidad más afectada, para participar en decenas de actos de recuerdo a las víctimas.

Helen Cook

Tacloban (Filipinas), 8 nov.- Un año después de que el tifón Haiyán arrasara Filipinas y causara 6.300 muertos más de 1.000 desaparecidos, miles de ciudadanos se echaron hoy a la calles de Tacloban, la localidad más afectada, para participar en decenas de actos de recuerdo a las víctimas.

A primera hora de la mañana, miles de taclobeños junto a trabajadores y voluntarios de organizaciones humanitarias se concentraron en el complejo deportivo de Astrodom, que sirvió como principal centro de evacuación durante el desastre natural.

En un ambiente jovial, los participantes, que portaban globos blancos que representan a las miles de víctimas que dejó tras de sí Haiyan, recorrieron algunas de las principales calles de Tacloban hasta llegar al ayuntamiento de la ciudad.

"Es un día triste para todos, pero tratamos de recordar a las víctimas con alegría porque las víctimas se lo merecen", dijo a Efe Margarita Reyes durante la caminata.

Más tarde se celebró una misa solemne en honor de los fallecidos en el Cementerio de la Sagrada Cruz, a las afueras de Tacloban, donde se encuentra una de las mayores fosas comunes con víctimas de la tormenta y sobre la que se han colocado miles de cruces blancas de madera.

"Yolanda (nombre con el que se conoce el tifón en Filipinas) nos dejó sin hogar, pero no nos dejó sin esperanza", dijo el arzobispo de Palo, John Du, que ofició la ceremonia.

El alcalde de Tacloban, Alfred Romualdez, quiso transmitir un mensaje positivo a sus ciudadanos en un discurso en el que afirmó que tras el tifón todos los filipinos son "mejores y más fuertes".

"Juntos podemos transformar nuestro dolor y nuestro sufrimiento en fortaleza y motivación", dijo Romualdez frente a los miles de filipinos congregados, minutos antes de que un grupo de niños liberara palomas y soltara globos blancos.

El alcalde también quiso dar las gracias a la comunidad internacional por la respuesta al desastre humanitario.

"Es imposible expresar lo agradecidos que estamos por el amor y la generosidad que hemos recibido", agregó.

Al evento asistió Imelda Marcos, la polémica viuda del exdictador filipino, Ferdinand Marcos, pero no así el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, que decidió visitar otras zonas menos afectadas, lo que la ha costado duras criticas en el país.

Más tarde, cuando cayó el sol, miles de residentes de Tacloban de todas las edades salieron a las calles de la ciudad en el acto más multitudinario del día para encender las velas que flanqueaban varios kilómetros de las principales vías y presentar sus respetos a los fallecidos.

Aunque el gobierno local repartió decenas de miles de velas entre los residentes antes del aniversario, los ciudadanos se unieron a la conmemoración y contribuyeron con miles más, mientras que cientos de personas caminaron desde el aeropuerto al ayuntamiento portando antorchas.

Junto a las velas, algunos filipinos colocaron figuras religiosas y mostraron carteles con mensajes de agradecimiento por haber sobrevivido uno de los desastres naturales más mortales de la historia de Filipinas.

"Gracias, señor, por darme una segunda vida", rezaba uno de los letreros.

El paso del Haiyan fue recordado también a través de exposiciones de arte, conciertos y decenas de actividades organizadas por varias ONG, que aprovecharon para agradecer a los cientos de voluntarios que han participado este año en los trabajos de ayuda humanitaria.

Aunque las zonas afectadas del país se recuperan poco a poco, alrededor de un millón de afectados siguen viviendo en pequeños habitáculos temporales o precarias tiendas de campaña, según cifras de la organización Acción Contra el Hambre.

Ante esta situación, el alcalde de Tacloban se mostró comprensivo con la palpable desilusión y desesperación de la población local, y criticó que el Gobierno nacional no le dé más importancia a la construcción de las viviendas permanentes.

"Se está invirtiendo mucho en mejorar las infraestructuras, pero eso no tiene un impacto directo sobre los afectados. Lo que más les va a ayudar es la construcción de casas", dijo hoy Romualdez en una entrevista con Efe y a otros medios.

"Sinceramente, recibo muchas preguntas de la gente, que quieren saber qué se está haciendo con el dinero recibido, pero no sé qué decirles", añadió.

El político advirtió por otra parte que es ahora cuando muchos de los afectados empiezan a asimilar lo que les ha pasado y por lo tanto seguirán necesitando apoyo.

"Lo que les ha pasado, perder a sus familias, sus casas y sus medios de vida, es muy duro, y creo que sólo es ahora cuando la gente está empezando a vivir el luto", explicó.

El super tifón Haiyan, de categoría 5 y considerado uno de los más potentes de la historia, arrasó la región central de Filipinas con vientos de hasta 360 kilómetros por hora y una crecida del nivel del mar de más de tres metros.

El gobierno filipino cuenta con un presupuesto de 167.800 millones de pesos (3.000 millones de euros) para las tareas de reconstrucción de los daños causados por un tifón. EFE

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