Afecta a una o dos mujeres de 100.000

El shock tóxico que mató a una joven por su tampón es tan grave como excepcional

Urgencias médicas
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Efe

El shock tóxico por el uso de tampones es un síndrome tan grave como excepcional y desconcertante. Un nuevo caso vuelve a generar un alarmismo que rápidamente acallan los ginecólogos. Aseguran que no es habitual -una o dos mujeres entre 100.000- y no siempre tiene un desenlace tan fatal "si es diagnosticado a tiempo". En el caso de Maëlle se empezó a medicar por una gastroenteritis. Cuando se detectó el origen, los antibióticos no lograron revertir una cuadro médico que acabó con su fallecimiento. ¿Le puede pasar a cualquiera? ¿Cómo se puede prevenir? ¿Cuáles son los síntomas? Son muchas las preguntas que vuelven a las consultas de los ginecólogos. 

Algunas de las preguntas tienen sus respuestas en el folleto de instrucciones de los tampones. Las compañías incluyen que su uso está asociado a una enfermedad "poco frecuente" también conocida por sus siglas como 'SST'. Eso sí, un shock tóxico puede también producirse por otros motivos que no tengan que ver con ellos como "una herida quirúrgica o un parto", asegura Gema García Gálvez, ginecóloga del hospital Quirón Salud de Madrid.  "El alarmismo que se crea es normal pero también es excepcional", insiste Gálvez.

Causado por una toxina, se tienen que reunir unos factores, como si se "alienaran los astros", para que "algunos tipos de bacterias estafilococos que están en la flora vaginal se activen y liberen unas toxinas dañinas que encuentran una puerta para pasar al torrente sanguíneo generando un daño en muchos órganos al mismo tiempo". La responsable de la Unidad del Suelo Pélvico de la Quirón explica que "habitualmente no lleva a la muerte si se trata a tiempo". 

A modo de prevención, y sin engordar la alarma, los ginecólogos recomiendan tener muy en cuenta las indicaciones del uso de los mismos "que a veces las pasamos por alto", tal y como indica Natalia Camaño, MIR de Ginecología en el Hospital Materno de A Coruña.  Tenerlo colocado entre cuatro y seis horas y nunca más de ocho, lavarse las manos en cada cambio, comprobar que la absorción que se utiliza se corresponde con nuestro flujo menstrual y no utilizarlo en los días previos a la menstruación son algunas de las recomendaciones de uso que encontramos en las cajas. "No hay que pasarlos por alto", puntualiza Gálvez.

No sería la primera vez que a las salas de urgencias de los hospitales llegan mujeres con ciertas molestias que acaban siendo resultado de llevar un tampón desde hace 24 horas sin presentar ningún síntoma del STT. "Llevar el tampón más tiempo del necesario no es una causa efecto de esta enfermedad ni tampoco de que tenga un desenlace letal", puntualiza Gálvez. Podríamos decir que estamos ante una "enfermedad rara con resultados muy dramáticos si no tomamos medidas a tiempo". 

Este tipo de shock "puede tener otros orígenes" como una cirugía ginecológica o un parto. Si hay una herida existe la posibilidad de una infección", puntualiza Gálvez. Porque un shock tóxico son bacterias que colonizan nuestro cuerpo. En la piel, por ejemplo, también tenemos una flora cutánea y una quemadura "se puede infectar generando la toxina que si entra en contacto con la sangre puede provocar este shock" afectando también así tanto a hombres como niños, no solo a mujeres. 

Cuando entramos en shock los síntomas generales que se sienten son tener un cuadro de fiebre alta (39 grados), sentir mareos, nauseas que acaban en vómito, tensión baja o diarrea. "Cuando presentamos un cuadro así es muy importante el diagnóstico temprano e indicar a los médicos que tenemos puesto un tampón es de gran ayuda", asegura Camaño. La exposición prolongada a lo largo de dos días a estos síntomas sin el tratamiento adecuado puede tener el fatal desenlace de la muerte, como le sucedió a la joven Maëlle.

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