Según un análisis del Observatorio de la Salud

El tiempo de espera para acceder a una especialidad médica aumenta en 27 días

la mayor demora en intervenciones se dio en Castilla-La Mancha, Cataluña y Andalucía, mientras que la mayor tasa de retraso en consultas se produjo en Cataluña, Canarias y Aragón.

Imagen de la entrada del Hospital de Santa Marina (Bilbao)
El tiempo de espera para acceder a una especialidad médica aumenta en 27 días.
EUROPA PRESS

Las listas de espera para acceder a una especialidad médica aumentaron en 27 días de media en este primer semestre con respecto a diciembre de 2020, según un análisis del Observatorio de la Salud, una plataforma puesta en marcha por el Círculo de la Sanidad, que reúne a empresas sanitarias privadas.

Este primer diagnóstico del Observatorio, que estudia las cifras del Sistema Nacional de Salud y su funcionamiento y que se centra en analizar la accesibilidad en consultas y quirófano, refleja que el porcentaje de pacientes en espera de más de 60 días se incrementó del 49,1% al 52,7% en dicho periodo de tiempo.

En junio de 2019 había 671.494 pacientes en lista de espera estructural, que son aquellas en espera no atribuible a causas que impiden la intervención por otros motivos diferentes a la capacidad del sistema, mientras que en junio de 2020 la cifra subía en algo más de 20.000 pacientes, situándose en 691.508.

En este punto, llama la atención que los pacientes en espera a 31 de diciembre de 2019 eran 704.997, algo más que seis meses después, ya iniciada la pandemia y en picos de máxima incidencia. "Esta aparente disminución se explica porque, de forma paralela al cese de la actividad quirúrgica programada, se suma un brusco descenso de las nuevas entradas en listas de espera", explica.

Por otro lado, durante la primera ola de la pandemia, el tiempo medio en espera de intervención fue de 170 días, 55 más que en año anterior. Entre las especialidades, todas aumentaron su tiempo de espera, destacando de forma positiva el caso de dermatología, cuyas listas solo se vieron incrementadas en 9 días.

Si se analizan los datos a nivel autonómico, destacan Castilla y León, Madrid y La Rioja como las comunidades en las que hubo un mayor número de fallecidos durante la primera ola de la pandemia. Sin embargo, la mayor letalidad, que se asocia al número de fallecidos por casos diagnosticados, se registró en Castilla y León y Extremadura.

Estos datos no coinciden, en cambio, con la disminución de la actividad quirúrgica programada y de la actividad ordinaria. Así, la mayor demora en intervenciones se dio en Castilla-La Mancha, Cataluña y Andalucía, mientras que la mayor tasa de retraso en consultas se produjo en Cataluña, Canarias y Aragón.

En este sentido, "si bien la primera ola influyó, a nivel global, sobre la accesibilidad al SNS, los datos llevan a la conclusión de que no existe una correlación entre las comunidades con mayor impacto en mortalidad o letalidad y una mayor reducción de la actividad ordinaria".

Una de las hipótesis que se plantea en el informe es que la reducción de la demanda influyese directamente en la progresión de pacientes en espera de consulta o intervención, pero hay que esperar, añade, a los datos definitivos de actividad para estimar de forma definitiva el impacto de la primera ola.

Mostrar comentarios