Todo lo que puede hacerse contra la contaminación (y que no se ha hecho)

Luchar contra la contaminación en las ciudades es posible. Sólo hace falta voluntad política y seguir el ejemplo de aquellas urbes donde ha habido un impulso decidido para frenar la espesa capa de humo oscuro que cubre ciudades como Madrid y Barcelona. He aquí algunas medidas que proponen los expertos en calidad del aire:No negar la realidad. Es uno de los reproches que hacen científicos y expertos a los Gobiernos regionales, empezando por Madrid, una ciudad donde "no se ha hecho nada", explica Fernando Prieto, experto en calidad del aire y coordinador del mayor estudio que se ha hecho sobre este tema en España.Aviso a la población. No se trata en ningún caso de una solución, pero informar a la población sobre los picos de contaminación que se registran en determinados días es un primer paso para la toma de conciencia. Cuñas de radio, programas de televisión o incluso servicio de envío de sms sobre el grado de contaminación pueden ser algunas medidas para frenar la salida matutina a hacer footing, o que los niños salgan a jugar al patio del colegio. La dispersión de partículas contaminantes en el aire de ciudades como Madrid y Barcelona supone un riesgo real y certificado por los científicos de enfermedades respiratorias. En París, Londres o Nueva York existe este tipo de servicio. Reino Unido informa cada noche en el telediario de la previsión sobre calidad del aire. La cadena de televisión Skynews ofrece el equivalente del informe meteorológico, recorriendo el mapa del país con la previsión de la contaminación del día siguiente, por zonas de menor a mayor gravedad que recogen por colores entre verde, amarillo, naranja y rojo. Reducción del tráfico. Ni Madrid ni Barcelona se han atrevido aún a seguir el ejemplo de ciudades como Londres, donde la entrada de vehículos en el centro ese ha restringido previo pago de un peaje. Barcelona impuso la reducción de la velocidad en su primer cinturón de la periferia a 80 km por hora. Los expertos avanzan que el vehículo es la principal causa de la elevada contaminación de las ciudades, en concreto por el éxito de los vehículos diésel, que mientras ahorran CO2 a la atmósfera (un gas que no es tóxico para la salud), liberan minúsculas partículas, denominadas PM2,5, altamente tóxicas y relacionadas según estudios recientes con el aumento de la mortalidad en Madrid. Impuesto al diésel. Fue el gran invento de la industria automovilística a finales de los ochenta para abaratar el coste del combustible de los vehículos utilitarios. Pero tras más de veinte años de andadura, empiezan a aparecer modelos de seguimiento de calidad del aire (escasos por su elevado coste) que apuntan a la elevada toxicidad de las partículas que emiten, las PM2,5, tan finas que son las más peligrosas para la salud por su capacidad de instalarse en los pulmones. Alemania ha impuesto el uso de catalizadores en los vehículos diésel y está prohibido el acceso de cualquier vehículo que no disponga de este dispositivo en la primera corona de las principales ciudades.Generación de combustible de mejor calidad. El estado de California ha impuesto un sistema para generar combustible de mejor calidad. Las refinerías añaden aditivos a sus carburantes, modificando la estructura de la gasolina y reduciendo el impacto medioambiental. Apoyo a la movilidad sostenible. Barcelona, Sevilla o París han apostado por el desarrollo de un sistema municipal de bicicletas, con gran éxito y gran acogida de sus ciudadanos. Madrid aún no ha hecho nada en este sentido. El alcalde Alberto Ruiz Gallardón llegó a hacer de su implantación una promesa electoral que hasta ahora no ha cumplido. Urbes como París han ido más allá en su apuesta por la movilidad sostenible. El alcalde de la capital gala, Bertrand Delanoe, lanzará este año Autolib, un servicio de alquiler de pequeños vehículos eléctricos por minutos o por horas para descongestionar el tráfico. Barcelona ha lanzando Avancar, y Madrid cuenta con la misma iniciativa, aunque privada que ha lanzado la empresa RespiroMadrid. Promoción del transporte público. Abaratar el transporte público en determinados días de la semana para favorecer que la gente deje el coche en casa es una de las recomendaciones de los expertos.