Todo preparado en Madrid para las campanadas de Nochevieja

  • El reloj de la emblemática plaza Puerta del Sol de Madrid está preparado para un año más dar las doce campanadas con las que millones de españoles dejarán atrás 2014 y recibirán 2015 con las uvas en el paladar, como manda la tradición.

Madrid, 30 dic.- El reloj de la emblemática plaza Puerta del Sol de Madrid está preparado para un año más dar las doce campanadas con las que millones de españoles dejarán atrás 2014 y recibirán 2015 con las uvas en el paladar, como manda la tradición.

A medianoche del 31 de diciembre millones de personas desde la Puerta del Sol o por televisión desde sus casas posarán sus miradas de espectación y emoción en el reloj del siglo XIX.

"La posibilidad de que la máquina falle" entonces será "mínima", dijo hoy a Efe el relojero encargado de su funcionamiento, Pedro Ortiz.

El enclave madrileño, donde desde hace unos cien años miles de personas reciben al año nuevo, será sin duda el lugar más televisado en la Nochevieja en España.

Y para asegurarse que todo irá como previsto, esta misma noche se realizará el último ensayo, que convocará a miles de personas en las denominadas popularmente 'preuvas'.

Durante todo el día de hoy, la ya usual efervescente plaza madrileña ha acogido a cientos de niños y familias que ha celebrado las campanadas de las 12 del mediodía con aplausos, abrazos, besos y confeti.

La Puerta del Sol, ubicada en el centro histórico de Madrid, vive sus horas de mayor trasiego, en las se entremezclan los madrileños, los turistas, cámaras de televisión, estatuas humanas y Mickey Mouse, entre otros personajes.

Para conseguir un correcto funcionamiento del reloj, Ortiz y su equipo controlan la 'salud' del mecanismo al menos dos veces cada semana, "lo cuidamos durante todo el año y, afortunadamente, nunca ha fallado", dijo el relojero.

Ortiz se ocupa del reloj de la Puerta del Sol desde 1997, toda una experiencia que le proporciona "tranquilidad", pero señala que "aunque la máquina está muy cuidada, la probabilidad mínima de que ocurra algo te mantiene en vilo".

El relojero dice que tomará las uvas de la "suerte" con tranquilidad, cuando el estruendo del reloj haya pasado y haya sido reemplazado por los gritos de alegría e las miles de personas congregadas en la plaza madrileña tras engullir las suyas, a una por campanada, como marca la tradición para que el Año Nuevo sea benigno y generoso.

Ortiz y otros tres relojeros tienen que estar presentes para que "nada falle", puesto que también hay funciones del reloj que -por mucho que extrañe en época una época tan tecnológica- son manuales.

La labor más importante que justifica la presencia de los cuatro relojeros es, según Ortíz, "la precisión".

"Es lo más importante, el reloj tiene que estar sincronizado con el observatorio astronómico", clarificó el experto.

El reloj de la Puerta del Sol ha cumplido este año su 148 aniversario y "nos va a enterrar a todos", subrayó entre risas Ortiz, quien asegura que este ejemplar es la prueba de que antes se hacían mejores relojes que ahora.

Mostrar comentarios