Con vientos de 75 km por hora, Erika se encontraba 540 km al este de la isla de Antigua, informó a las 12H00 GMT el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), con sede en Miami, Florida (sureste de EEUU).
El fenómeno meteorológico avanzaba a 28 km por hora hacia las Antillas Menores, donde llegaría la noche del miércoles, para luego continuar hacia Puerto Rico y las islas Vírgenes.
En el Caribe, tanto Puerto Rico, islas Vírgenes, Antigua y Barbuda, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Anguila, Saba, San Eustaquio y San Martín, emitieron alertas de tormenta tropical, lo que significa que pueden empezar a ser golpeados por Erika en las próximas 36 horas.
Todas esas islas pueden recibir precipitaciones entre 50 y 100 milímetros, pero el NHC advirtió que algunas zonas pueden registrar hasta 200 milímetros.
"Un lento fortalecimiento (de la tormenta) se espera en las próximas 48 horas", señaló el NHC.
Según los últimos modelos del NHC, Erika podría convertirse en huracán entre el fin de semana e inicios de la semana próxima, cuando se encuentre cerca de Florida, pero los meteorólogos advirtieron que "el pronóstico de intensidad continúa siendo incierto".
Erika se cierne sobre la región pocos días después de Danny, el primer y único huracán de la temporada del Atlántico hasta ahora, que pese a haber alcanzado poderosos vientos de 185 km por hora, se disipó al llegar al Caribe.
La Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pronosticó que la actual temporada (de junio a noviembre) sería menos activa de lo habitual, con entre uno y cuatro huracanes, producto principalmente de la intensificación del fenómeno meteorológico de El Niño, que inhibe la formación de tormentas tropicales.
du/yow
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