"Rodarán cabezas", titulaba este domingo el Sunday Times. "La dura derrota de ayer (...) tendrá grandes consecuencias en el rugby sudafricano:
- Serias dudas sobre el futuro del entrenador Heyneke Meyer
- La carrera internacional de los más veteranos del equipo, el capitán Jean de Villiers o Victor Matfield, llegará a su fin tras el Mundial
- La presión de la Federación Sudafricana de Rugby para la transformación racial del equipo se acentuará por todas las partes".
Meyer está sufriendo toda clases de críticas, sobre todo por sus elecciones para el XV inicial, el más experimentado que podía poner en liza.
"Sin aliento", titulaba Sunday Independant sobre una foto del experimentado Schalk Burger, tomando aire durante un lance del partido.
Para el sitio web News-24, "Meyer vio impotente como el equipo con los Springboks más veteranos de la historia multiplicaban sus errores".
También salió a relucir la cuestión racial en las redes sociales, tema candente que rodea al seleccionado africano.
"Estos Springboks racistas deben caer", publicó @Teabk.
Otros, sin embargo, culpan a esta polémica racial de poner más presión si cabe a los Boks.
"Los racistas acusan a los negros de ser racistas porque ven a un equipo de Springboks, blancos, perder. Vivimos en un país interesante", lamentaba @Sentletse.
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