Trasladarán a Catedral restos de obispo guatemalteco asesinado en 1998

Guatemala, 19 abr.- Los restos del obispo guatemalteco Juan José Gerardi, asesinado el 26 de abril de 1998, serán trasladados de las criptas hacia el interior de la Catedral Metropolitana el próximo 26 de abril, anunció hoy la Iglesia Católica.

El arzobispo Óscar Julio Vián explicó en una rueda de prensa que junto a los restos de Gerardi también serán trasladados los de monseñor Próspero Penados del Barrios, quien falleció el 13 de mayo de 2005 de causas naturales a los 79 años de edad.

Vián recordó que Gerardi, de 75 años, fue asesinado dos días después de que hizo público el informe interdiocesano de la Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi), Guatemala Nunca Más, en el que se documentaron más de 55.000 violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno (1960-1996).

"El 24 de abril de 1998 fue su última actividad pública y yo le presté un lapicero para que anotara sus frases" al presentar el documento que rompió el silencio de las víctimas, dijo.

El párroco de la Catedral, José Luis Colmenares, explicó que el traslado de los restos de ambos prelados es por "razones pastorales".

Las criptas que se encuentran en la parte de atrás de la Catedral son demasiadas pequeñas y muchos feligreses se acercan para visitar los restos, justificó.

"Se trasladarán a dos pastores de la Iglesia" en procesión desde las criptas hacia el recinto de la Catedral, enfatizó.

Esa actividad será el punto culminante de la conmemoración del decimoquinto aniversario del asesinato de Gerardi, las cuales comenzarán el 23 de abril con exposiciones de murales y fotografías en la casa parroquial de la iglesia San Sebastián y en la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado.

Dos militares, el coronel Byron Lima Estrada y su hijo el capitán Byron Lima Oliva, así como el sacerdote Mario Orantes, fueron condenados a 20 años de prisión en 2001 por el crimen del obispo.

Lima Estrada y Orantes recuperaron su libertad este año al aplicarles las autoridades la redención de penas.

Mientras, Lima Oliva sigue en prisión por haber cometido irregularidades en los documentos con los que solicitó la redención de su pena, y las autoridades lo acusaron de falsificación.

Gerardi fue asesinado a golpes en la cabeza en la cochera de la iglesia San Sebastián, de la que era su párroco.