El trauma de la hiperinflación revive en Zimbabue con los nuevos bonos del gobierno

Como muchos zimbabuenses, Petros Chirenje había dejado atrás el recuerdo de la hiperinflación que sufrió el país entre 2007 y 2009, pero después de que el gobierno anunció que imprimirá certificados de depósitos, teme que vuelvan los billetes de 100 billones de dólares que apenas alcanzaban para comprar pan.

Desde hace semanas, este electricista residente en Harare teme que su pesadilla vuelva a repetirse desde que el gobierno, acuciado por la falta de liquidez anunció que a principios de noviembre introducirá una nueva forma de pago: un certificados de depósito, indexado al dólar estadounidense y que para muchos constituye una forma de moneda local.

"Mi temor, es que se repita lo de 2009", contó Petros Chirenje, de 43 años. "Entonces llegué a tener 17 billones de dólares zimbabuenses en mi cuenta. Y lo perdí todo cuando el gobierno eligió una moneda extranjera", recordó.

"Lo que me preocupa es que los dólares estadounidenses en mi cuenta sean convertidos en certificados de depósitos", expresó. Chirenje necesita comprar equipamiento en el extranjero y teme que este nuevo instrumento no sea aceptado fuera de Zimbabue.

En el país circula el dólar estadounidense desde 2009 cuando la economía colapsó, con una hipenflación de 500.000.000.000% que lo llevó a abandonar una moneda plagada de ceros pero con poco valor.

A juzgar por las filas de espera fuera de los bancos, Chirenje no es el único que desconfía de este anuncio. En los últimos días aumentaron tanto lo retiros bancarios que algunas entidades pusieron topes.

Para evitar movimientos de pánico bancario, las autoridades anunciaron una gran campaña de sensibilización de la población antes del lanzamiento de los "certificados".

Este bono, que en principio iba a ser introducido este mes pero cuyo lanzamiento será en noviembre, partirá con denominaciones bajas, de dos y cinco dólares.

"El gobierno dice que los nuevos bonos van a ser equivalentes al dólar estadounidense. Pero mi pregunta es cómo", sentenció.

Mavis Chapo, ama de casa, dijo que iba a retirar todo su dinero "antes de que no quede nada".

"Prefiero sacar mi dinero y comprarme cosas que no planeaba comprar", dijo esta mujer de 54 años mientras hacía fila afuera del banco Central African Building Society, en la capital Harare. "Yo lloré cuando perdí todo el dinero que tenía en mi cuenta en 2009 y me dijeron que valía cinco dólares. Yo aprendí de esa experiencia y no quiero llorar nuevamente", aseguró.

El gobernador del Banco Central, John Mangudya, intentó la semana pasada aplacar los temores de que las autoridades usen los nuevos bonos para introducir disimuladamente una moneda local.

"Estas son solo medidas de corto plazo", dijo en una reunión con empresarios. "Las medidas a largo plazo están pensadas para asegurar que la economía sea atractiva para los inversores", afirmó.

Estas declaraciones probablemente no van a cambiar la opinión de los inversores, que en los últimos años se han retirado a causa de la corrupción, los cuestionamientos al gobierno autoritario de Robert Mugabe y el endurecimiento de las leyes para los inversores extranjeros, que obligan a las compañías a vender una mayoría de control a locales.

En los últimos tres años, al menos 4.600 empresas han cerrado, según datos del Banco Central citados por la agencia Bloomberg News.

"Estos certificados de depósitos no son la solución a la crisis de liquidez", estimó Obert Gutu, portavoz de principal movimiento de oposición Movimiento por el Cambio Democrático (MDC).

"Esto es un callejón sin salida y las conversación sobre los certificados de depósitos está causando nerviosismo y pánico como queda patente en el gran número de personas que van a hacer retiros", explicó.

Desde el anuncio en mayo, en las protestas contra el gobierno de Mugabe, las pancartas contra los bonos no falta en las movilizaciones, que siempre son duramente reprimidas por la policía.

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