Tres guardias muertos en presunto ataque islamista contra base india cerca de Pakistán

  • El asalto a una estratégica base aérea india cercana a la frontera con Pakistán por parte de presuntos islamistas terminó el sábado con un saldo de tres oficiales de seguridad muertos, poniendo a prueba el frágil acercamiento entre Nueva Delhi e Islamabad.

El ataque, que duró 14 horas, comenzó a las 03H30 (22H00 GMT del viernes) cuando varios atacantes, vestidos de uniforme, se infiltraron en la base de Pathankot, en el estado de Punyab (norte de la India).

Empezó entonces un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad indias y en él también murieron al menos cuatro de los asaltantes.

"Hemos encontrado cuatro cuerpos y buscamos otros", dijo a la AFP un alto responsable de la policía local, H.S. Dhillon.

Según un responsable militar, las fuerzas indias también buscaban eventuales explosivos dejados por los atacantes.

La base tiene una gran importancia estratégica, al albergar decenas de aviones de combate y estar situada a apenas 50 km de la frontera pakistaní.

Este ataque llega una semana después de una visita sorpresa del primer ministro indio, Narendra Modi, a Pakistán -la primera de un jefe de gobierno indio en diez años- y amenaza con dañar el inicio de entendimiento entre las dos potencias nucleares.

Modi, de visita en la ciudad de Mysore (sur), respondió al ataque por Twitter. "Enemigos de la humanidad que no pueden soportar que India progrese (...) atacaron Pathankot, pero nuestras fuerzas de seguridad no les permitieron lograr su objetivo", tuiteó.

Pakistán también condenó el asalto, calificándolo de "acto terrorista". "En el espíritu de buena voluntad creado por las recientes conversaciones de alto nivel entre ambos países, Pakistán sigue comprometido en ser un socio de India (...) para eliminar la amenaza terrorista en nuestra región", declaró un portavoz de la cancillería.

Estados Unidos denunció un ataque "abominable", instando a los "países de la región a trabajar unidos (...) para desmantelar las redes terroristas", según un comunicado del departamento de Estado.

Una manifestación tuvo lugar al mediodía por la carretera que conduce a la base, durante la que algunos habitantes quemaron figuras que supuestamente representaban a militantes paquistaníes, informó la AFP.

"Pertenecen a Jaish, Jaish reivindicó el ataque", señaló el teniente general del ejército indio, Satish Dua, en declaraciones televisadas.

El grupo islamista Jaish-e-Mohamed (Ejército de Mahoma), prohibido en Pakistán, lucha contra el control por parte de India de una parte de la región de Cachemira, en el Himalaya, donde un conflicto separatista se ha cobrado la vida de 100.000 personas.

India también responsabilizó a Jaish-e-Mohamed de un ataque en diciembre de 2001 contra el parlamento indio, en el que murieron 11 personas. El ataque provocó una escalada militar en la frontera y llevó a ambos países al borde de la guerra.

En julio, tres hombres armados, vestidos con uniformes del ejército, abrieron fuego contra un autobús y atacaron una comisaría de policía en el vecino distrito de Gurdaspur, también en Punyab. Siete personas, entre ellas cuatro agentes, murieron.

India culpó de ese ataque a combatientes del grupo Lashkar-e-Taiba (LeT, Ejército de los Puros) con base en Pakistán.

Desde su independencia de Reino Unido en 1947, India y Pakistán han librado tres guerras por Cachemira, un territorio del Himalaya que ambos ocupan en parte y reclaman en su totalidad.

India acusa regularmente al ejército de Pakistán de proporcionar fuego de cobertura a los rebeldes que se infiltran por la frontera y organizan ataques en el sector indio de Cachemira, a menudo contra la policía local.

El estado de Punyab, de mayoría sij, se había librado hasta el momento de la violencia.

Nueva Delhi suspendió cualquier conversación con Pakistán, después que islamistas armados atacaran la ciudad de Bombay en noviembre de 2008, matando a 166 personas. La investigación determinó a continuación que la operación se planificó en Pakistán.

Ambos países, en posesión de la bomba atómica, relanzaron un proceso de paz en 2011, pero la tensión se recrudeció en los dos últimos años. Desde el año pasado, bombardeos a ambos lados de la frontera en Cachemira han dejado decenas de muertos.

India y Pakistán han decidido reanudar un diálogo para resolver los problemas pendientes, con encuentros bilaterales de alto nivel previstos en enero en Islamabad.

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