'Tubing': ¿turismo de aventura o arriesgada idiotez?

  • Una mezcla de whisky, drogas, adrenalina y un buen paisaje ha sido el principal imán de los mochileros para acercarse hasta Vang Vieng (Laos). Pero, escondida bajo la apariencia de diversión turística, la meca del 'tubing' se ha convertido también en un peligroso reducto mortal.
El "Tubing", una arriesgada aventura de moda entre los mochileros en Laos
El "Tubing", una arriesgada aventura de moda entre los mochileros en Laos
Vang Vieng (Laos) | GlobalPost

Un hombre joven se mete un trago de whisky y empieza a subir por una empinada escalera de bambú. Se tambalea en un peldaño resbaladizo - hay un momento sin aliento antes de que recupere el equilibrio y continúe hasta la plataforma con vistas al río.

La multitud de mochileros, sus cuerpos semidesnudos pintados con espray de neón y manchados de barro, levantan sus cubos de bebida y lo vitorean.

Son las 11 de la mañana."Salta, salta, salta", cantan en voz alta sobre la música palpitante. "¡Vamos! Sólo se vive una vez!", Le grita su amigo.

El joven vacila, luego salta y aterriza con un fuerte chapoteo en las turbias aguas del río Nam Som. La multitud profiere gritos y alaridos.

Bienvenido a Vang Vieng.

A cuatro horas al norte de la capital de Laos, Vientiane, y situado en medio de hermosas montañas de piedra caliza y apacibles campos, se encuentra Vang Vieng, una meca del hedonismo para los mochileros.

Jóvenes viajeros acuden a la ciudad para participar en lo que se considera un rito por el que el viajero tiene que pasar en el sudeste de Asia: el "tubing" (una práctica que consiste en descender con un neumático un tramo del río).

La idea es cautivadora. La gente se va dos kilómetros río arriba, y luego flotan en el Nam Song en neumáticos inflados, deteniéndose para participar en las fiestas duras que hay en los bares que bordean la ruta del río.

Pero la realidad es diferente.

Dos jóvenes australianos son las primeras víctimas de la práctica del tubing de 2012. Lee Hudswell, de 26 años, murió el 10 de enero después de saltar al río desde una torre. Daniel Eimutis, de 19 años, fue visto por última vez el 23 de enero, y su cuerpo fue hallado tres días después. Se cree que se ahogaron.

Sus trágicas muertes han llamado la atención sobre una práctica peligrosa cuya popularidad ha aumentado en la última década.

Las historias de los accidentes y de situaciones de riesgo son asombrosas. Blogs y foros de viajes para mochileros relatan los saltos desde escaleras y plataformas, las lesiones, que van desde cortes infectados a dislocaciones y fracturas de huesos.

Historias de sacar a la gente inconsciente del río y a punto de ahogarse.

Aquí está el video realizado por un turista herido, que quiere que la gente disfrute del "tubing" pero asegurándose de que sepan donde se están metiendo. (Le advertimos que el video tiene algunas imágenes gráficas de una lesión en la cabeza cuya duración es de alrededor de un minuto y medio).

Lucas Heffernan, de Dublín, Irlanda, sabe que tiene suerte de estar vivo. Estuvo a punto de ahogarse en julio de 2009, justo antes de cumplir los 21 años. Heffernan saltó desde su neumático y fue arrastrado por la enorme corriente del río.

Antes de saltar al río, admitió haberse bebido uno de los infames "cubos de bebida", un cóctel de whisky, refrescos y M-150 (una bebida energética tailandesa) que se sirve en un cubo de playa que cuesta alrededor de 30.000 kip (3,75 dólares).

"Obviamente no me di cuenta de lo fuerte que era la corriente y me dejé embaucar", explica en una entrevista telefónica reciente, relatando la terrible experiencia. "Luego me tiré al agua tres o cuatro veces - y empecé a sentir pánico".

Luchó por mantenerse a flote. En un momento dado trató de nadar hasta un bloque de hormigón que había en mitad del río, pero no tuvo éxito.

"Fue como el final de una película", dice de su rescate. "Me sacaron justo en el último minuto. Yo ya me había empezado a hundir y de pronto una mano me sacó. Eran tres chicos de unos 12 años de edad que habían llegado en una canoa y me rescataron justo cuando ya me estaba sumergiendo en el agua y me arrastraron".

En la orilla, Heffernan tosió el agua, los desechos y la sangre durante 15 minutos. A continuación, sus compañeros mochileros le llevaron a través de un puente y un tuk-tuk, o auto-rickshaw hasta el hospital de la ciudad.

Él describe las instalaciones y la atención como "absolutamente horribles" y pagó por un vuelo de emergencia hasta Bangkok para recibir tratamiento

El agua rápido, imprevisible, no es el único peligro que se corre practicando el tubing.

El dueño de casa de huéspedes extranjeros, que vive en Vang Vieng desde hace ocho años, está harto de las drogas que se venden abiertamente y de escuchar las muertes de hombres jóvenes.

Pide permanecer en el anonimato por temor a la Policía Turística, a la que cataloga como "corrupta" y "poderosa".

Trabajan con la gente que vende (las drogas).

Los bares incluso te dan una consumición gratis y dos minutos después, la policía les pilla. "A aquellos a los que atrapan les amenazan con ir a la cárcel y les obligan a pagar una multa de 500 dólares, que se embolsan los propios oficiales de policía".

Según ha trascendido, otro joven australiano, de 22 años de edad, Alexander Lee, y una mujer holandesa llamada Rianne Brouwer, 18 años, han muerto este mes en otra parte de Laos.

Fueron encontrados muertos en una casa de huéspedes en la pequeña ciudad junto al río de Nong Khiaw, a 10 horas al norte de Vang Vieng.

Su paisaje de piedra caliza cárstica y sus ríos a menudo establecen comparaciones con Vang Vieng, y la ciudad está en auge y captando también la atención de los mochileros.

La causa específica de la muerte de Lee y de Brouwer sigue sin estar clara, aunque según las informaciones se encontró a la pareja adquiriendo drogas cerca de la zona.

Oficialmente, en Laos, las penas por delitos de drogas son graves e incluyen la pena de muerte.

Independientemente de que los accidentes por "tubing" estén o no relacionados con las drogas, ha sido difícil obtener estadísticas sobre cuántos han muerto o han resultado heridos en accidentes practicando el "tubing".

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