Túnez puede ser un polo de crecimiento para España, según su embajador

Logroño, 29 nov.- El embajador de Túnez en España, Mhamed Chelaifa, ha afirmado hoy en Logroño que este país puede ser, a medio plazo, "un polo de crecimiento donde la empresa española, que está ahora en un mercado de crisis, puede internacionalizarse y abrirse a otros mercados".

Chelaifa ha realizado estas declaraciones a los periodistas antes de participar en la jornada "Nuevo Túnez, nuevas oportunidades", organizada por la Federación de Empresarios de La Rioja, y reunirse con el jefe del Ejecutivo riojano, Pedro Sanz, a quien ha invitado a visitar, el próximo año, su país junto a empresarios riojanos.

Ha precisado que, aunque Túnez es un país medio de unos doce millones de habitantes, es una plataforma mediterránea, donde hay más de 3.000 empresas europeas, de las que unas 1.500 son francesas, 800 alemanas, 600 italianas y solo 60 españolas, sobre todo de Cataluña y Valencia.

Chelaifa ha subrayado que, en la actual coyuntura económica, Túnez es una oportunidad para entablar relaciones comerciales con el país, ya que está en "plena transición democrática" y se ha recuperado el sector turístico y las inversiones extranjeras.

Ha informado de que Europa es el principal socio económico de Túnez y ha indicado que es un país que "está saliendo de la crisis, afortunadamente", con un crecimiento del tres por ciento del Producto Interior Bruto en el presente año.

El diplomático ha asegurado también que, en la actualidad, la seguridad está "bajo un control total en Túnez" y ha considerado que la transición democrática que está concluyendo el país ha sido "la experiencia más exitosa, hasta ahora, de la 'primavera árabe'", como prueba que "ningún inversor extranjero ha salido y que las inversiones europeas han aumentado por encima del 30 por ciento".

También ha señalado que Túnez es un país mediterráneo, africano, árabe y musulmán, con un partido político islamista moderado, que tiene una base social, por lo que "no se puede construir una democracia en el país sin una parte de la sociedad tunecina".

En su opinión, la "transición democrática tunecina es muy ambiciosa porque el país es, según los analistas, un laboratorio, donde se está construyendo una democracia con el Islam".

"Estamos democratizando el Islam y no islamizando la democracia y creo que es la peculiar experiencia de la transición tunecina", ha asegurado Chelaifa.