Túnez remodelará el Gobierno ante una presión popular cada vez más intensa

  • Túnez.- Túnez remodelará en breve la composición del Gobierno de transición, objeto de protestas en todo el país que se multiplicaron hoy en la capital, donde miles de personas exigieron la salida del Ejecutivo de todos los ministros del anterior régimen, incluido el primer ministro, Mohamed Ghanuchi.

Miles de manifestantes desafían el toque de queda ante el Palacio de Gobierno
Miles de manifestantes desafían el toque de queda ante el Palacio de Gobierno

Túnez.- Túnez remodelará en breve la composición del Gobierno de transición, objeto de protestas en todo el país que se multiplicaron hoy en la capital, donde miles de personas exigieron la salida del Ejecutivo de todos los ministros del anterior régimen, incluido el primer ministro, Mohamed Ghanuchi.

Según indicaron a EFE fuentes próximas al Gobierno, la remodelación del actual Ejecutivo o la conformación de uno nuevo es inminente, aunque los contactos que el presidente interino del país, Fuad Mebaza, mantiene para ello continuaban a última hora de esta tarde.

Miles de personas se manifestaron hoy ante la sede del Ejecutivo en la capital tunecina para exigir la salida de todos los ministros del régimen del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí.

A los cientos de personas llegados el domingo desde el interior del país, que permanecían desde anoche ante la oficina del primer ministro, se sumaron hoy miles de habitantes de la capital y de otras regiones.

Al menos 8.000 personas se mantenían concentradas poco antes de que entrase en vigor el toque de queda a última hora de esta tarde ante el Palacio de Gobierno, en la vieja medina de Túnez, y aseguraban que no pensaban salir de allí hasta que abandonasen el poder todos los dirigentes de Ben Alí.

"Túnez es libre, el RCD fuera", gritaron los manifestantes en referencia al partido del poder de Ben Alí, que cuenta con 12 de los 19 ministros del Gobierno de transición, la mayoría en los puestos claves como Interior, Defensa, Exteriores o Finanzas.

La plaza del Palacio de Gobierno se ha convertido en un campamento de protesta improvisado, donde los habitantes reparten comida y bebida a los manifestantes que entonan repetidamente el himno nacional y corean consignas contra el primer ministro y el Gobierno.

Todas las paredes de la histórica plaza se encuentran llenas de pintadas como "Abajo la dictadura""Al fin libres", "RCD fuera", "Viva la Revolución" o "Peligro, pueblo inflamable".

Los manifestantes, entre ellos multitud de jóvenes, portan decenas de fotos del vendedor ambulante, Mohamed Buazizi, que el 17 de diciembre encendió la mecha de la protesta social al quemarse a lo bonzo después de que la Policía le retirase la licencia para su puesto de verduras en Sidi Buzid, en el centro oeste de Túnez.

Precisamente de la región pobre y campesina de Sidi Buzid llegó el sábado a la capital un convoy de más de 200 vehículos denominado "caravana de la liberación" con cerca de un millar de manifestantes.

A ellos se sumaron hoy nuevas caravanas de automóviles y personas que llegaron a la capital caminando desde otras regiones del interior del país como Kaserín, Gafsa, Tela o Bizerta y que se han instalado con colchones y sacos de dormir ante la sede del Gobierno.

"Esto es algo increíble, el pueblo quiere más cambios y no vamos a movernos de aquí hasta que se limpie todo el poder", dijo a EFE Hena, una joven estudiante de navegación aérea de la capital, que se mostraba dispuesta a pasar la noche junto a los manifestantes venidos del interior del país.

En una jaima instalada en medio de la plaza, dos campesinos de la región de Sidi Buzid, Ahmed y Belaid, mantienen desde el domingo una huelga de hambre para exigir un nuevo Ejecutivo.

"Ha muerto mucha gente en nuestra región, dos muchachos fueron disparados por la Policía y en su memoria nos quedaremos aquí hasta que se escuche lo que pide el pueblo", afirmó Ahmed mientras sostenía en sus manos las fotografías de esas dos víctimas mortales, apenas adolescentes.

Las manifestaciones contra el Gobierno se multiplicaron hoy también en otras zonas de la capital, como en la avenida Habib Burguiba, donde más de un millar de personas reclamaron la dimisión de todos los ministros y la formación de un nuevo Gabinete desvinculado del pasado.

"Fuera los ministros podridos, no nos confisquéis la revolución", clamaron los manifestantes, que recorrieron sin cesar de un lado a otro la popular avenida.

A escasos metros de esa protesta, centenares de policías demandaban por su parte ante la sede del Ministerio de Interior la salida de su titular, Ahmed Fría, y del resto de altos responsables de la época de Ben Alí.

El ministro de Asuntos Sociales y antiguo jefe de campaña del presidente depuesto, Moncer Ruissi, presentó hoy su dimisión, aunque ésta no sirvió para aplacar las protestas populares, que exigen un nuevo Gobierno con otro primer ministro al frente.

El sindicato nacional de enseñanza secundaria convocó una huelga general el próximo jueves para demandar "la disolución del Gobierno impuesto a los tunecinos".

Los colegios de enseñanza primaria ya pararon hoy en todo el país en respuesta a una convocatoria de huelga ilimitada de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el poderoso sindicato que desempeñó un papel clave en la organización de la revuelta social que ha sacudido al país magrebí.

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