"El toque de queda que entró en vigor el 4 de septiembre a las 20H00 en Cizre será levantado el sábado 12 de septiembre a las 07H00 (hora local, 04H00 GMT)", indicó en un comunicado el gobernador de la provincia de Sirnak, Ali Ihsan Su.
La operación contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) suscitó preocupación por los habitantes de Cizre que, según varios informes, empezaban a carecer de comida y de tratamientos médicos.
"Durante ese tiempo, nuestras fuerzas de seguridad llevaron a cabo una exitosa operación contra miembros de la organización terrorista separatista", dijo Ali Ihsan Su, aludiendo al PKK.
"Quiero agradecer sinceramente a los estimados habitantes de Cizre por su paciencia y sensibilidad", añadió en su comunicado.
Durante el toque de queda, las autoridades no permitieron que gente de fuera entrara en Cizre, una medida que los activistas kurdos calificaron de "bloqueo".
La operación en Cizre, una ciudad de 120.000 habitantes cerca de la frontera con Siria, era clave en la ofensiva de Ankara contra el PKK en el sureste de Turquía, de mayoría kurda, y en sus bases de retaguardia en el norte de Irak.
En una nueva oleada de bombardeos, la aviación turca atacó 64 posiciones del PKK durante la madrugada del viernes en el norte de Irak, según medios locales.
Al menos 60 combatientes murieron en los ataques llevados a cabo por 21 aviones de combate: cazas F-16 y cazabombarderos F-4. El balance de víctimas no pudo ser comprobado de forma independiente.
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