Las últimas horas de Todoque: el barrio está a punto de ser sepultado por la lava

Todoque está al borde de la desaparición. La colada de lava ya ha comenzado a entrar en la zona, y lo que reina son las prisas y las carreras de sus vecinos para intentar salvar los electrodomésticos, los muebles y, sobre todo, los recuerdos de toda una vida que guardan en sus casas.  Para ello, se han habilitado dos puntos para recoger sus pertenencias acompañados por personal de emergencias. Se trata de la gasolinera Disa de La Laguna y del cruce en la costa de Tazacorte entre La Laguna y la carretera de la costa.

Ya en la tarde-noche de ayer, los vecinos pudieron entrar en sus casas para rescatar sus pertenencias, y a lo largo de la mañana de hoy podrán volver a hacerlo. En cualquier caso, el avance de la colada de lava será la que marque los tiempos. Una lava que avanza a una velocidad de 15 metros por hora y que se encuentra a aproximadamente dos kilómetros del mar. Ese será, avisan los expertos, el próximo punto crítico de la erupción. La lava, al entrar en contacto con el agua, generará gases tóxicos bastante peligrosos para la población.

Tan solo hay una esperanza para el barrio de Todoque, los trabajos que los bomberos están realizando con la ayuda de maquinaria pesada para tratar de encauzar la lava y que evite el barrio. Sin embargo, los propios bomberos admiten que es un intento desesperado y con muy pocas probabilidades de éxito.

Por si fuera poco, en las últimas horas se han añadido nuevos problemas a la erupción. El gran espesor del muro de lava que avanza, de hasta 12 metros en algunos puntos, podría provocar en zonas de mayor pendiente la formación de grandes fragmentos de colada que podrían desprenderse del frente y alcanzar mayores distancias.

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) además ha advertido de que se ha registrado "un fuerte incremento de la amplitud del tremor volcánico", lo que se traduce en que el volcán ha entrado en una fase más explosiva. No obstante, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) recuerda que un incremento de la explosividad no debe conllevar, en principio, un aumento de la peligrosidad.