Berlín, 4 abr.- El ultraderechista Partido Nacional Democrático Alemán (NPD) canceló hoy el congreso previsto para el próximo fin de semana, tras sucesivas trabas administrativas y en medio de convocatorias de protestas contra la concentración de neonazis.
La dirección del NPD, principal formación ultraderechista alemana, optó por "postergar" la celebración del congreso previsto para el sábado y el domingo próximos en la localidad bávara de Coburg (sur del país).
La cancelación se produce tras la negativa, ayer, de las autoridades locales a interrumpir las obras iniciadas dos días atrás en la carretera de acceso al recinto vecino donde se había convocado a las bases del NPD.
Fuentes de la formación calificaron de "arbitrariedad gubernativa" la decisión de abrir esa carretera, único acceso al recinto, de carácter privado, que ese partido había alquilado para su encuentro.
El congreso tendrá lugar "próximamente", afirmó el NPD, sin avanzar una fecha aproximada ni tampoco el lugar donde se convocará.
La región de Coburg se había movilizado contra la concentración de neonazis y diversas organizaciones de izquierda, sindicales y eclesiásticas habían anunciado marchas de protesta contra el NPD.
La ultraderecha pretendía marcar en el congreso las líneas de su campaña ante las elecciones generales del 22 de septiembre.
El NPD está debilitado por la constante bajada de militantes -unos 6.300 afiliados en la actualidad, frente a los 10.000 de diez años atrás- en medio de una persistente crisis de liderazgo y caída de ingresos.
La dirección del partido despidió hoy mismo a los siete empleados de su central, en Berlín, por problemas económicos, apunta en su edición digital "Der Spiegel".
La causa de su práctica insolvencia se debe a las reiteradas sanciones por contabilidad irregular -la última de ellas por 1,27 millones de euros- y cuyo impago ha derivado en el bloqueo de los fondos públicos que percibe por sus escaños en cámaras regionales o consistorios locales.
Sobre el partido pesa además la amenaza de prohibición, tras la solicitud de ilegalización presentada el pasado diciembre ante el Tribunal Constitucional por la cámara alta (Bundesrat).
Tras largas deliberaciones, el Gobierno de Angela Merkel renunció hace unas semanas a sumarse a la solicitud de la cámara de representación de los "Länder" (estados federados), donde es mayoritaria la oposición.
Se espera que en las próximas semana tome su decisión la cámara baja (Bundestag), donde la coalición de centro-derecha de Merkel tiene la mayoría.
El NPD es la mayor formación ultraderechista de Alemania, seguida de la Unión del Pueblo Alemán (DVU), ambas en proceso de fusión.
Como el resto de partidos de ese espectro nunca ha tenido escaños en el Bundestag, pero sí en algunas cámaras regionales y ayuntamientos, lo que le reporta la mitad de sus ingresos.
Se calcula que, junto al NPD y la DVU, existen en el país unas 200 "camaraderías" u organizaciones locales, con un total de 25.000 militantes catalogados como potencialmente violentos.
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