Un hombre de 35 años que vive en la ciudad, perfil del drogodependiente en españa


El perfil de la persona adicta a las drogas en tratamiento en España es el de un varón de 35 años que vive en el ámbito urbano y tarda de media más de 10 años en pedir ayuda profesional, según revela un estudio elaborado por Proyecto Hombre en colaboración con la Obra Social 'la Caix' y financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Según explicó en rueda de prensa el presidente de Proyecto Hombre, Luis Manuel Flórez, el objetivo del estudio es mejorar el conocimiento sobre el perfil del consumidor en tratamiento y la actual situación de las drogodependencias, sensibilizando a toda la sociedad sobre la realidad.
"Se trata de un proyecto que pretende buscar las características principales de los atendidos en Proyecto Hombre durante el año 2012. Creemos que, de esta manera, ayudaremos a contextualizar el actual problema social de las drogodependencias y adicciones en España", indicó Flórez.
Para el desarrollo del informe, se contó con una muestra de 2.910 personas atendidas en los Centros Proyecto Hombre, a las que se realizaba una entrevista semiestructurada y estandarizada.
Tal y como detalló el director del Observatorio Proyecto Hombre, Antonio Jesús Molina, del estudio se desprende la existencia de cuatro perfiles de personas en tratamiento, con características diferentes según el tipo de sustancia a la que son adictos.
El primero, cuya sustancia de consumo principal es el alcohol (41,7%), corresponde a una persona casada (62,1%), con núcleos de convivencia estructurados y con un mayor tiempo de consumo (19 años antes de iniciar tratamiento), tiempo que indica que tardan más en acudir a éste, quizás por la aceptación social del consumo y la dificultad en la toma de conciencia del problema.
Su edad media es de 42,7 años, significativamente superior a la edad media de personas que consumen el resto de sustancias, que está en torno a los 35 años. Aunque está compuesto mayoritariamente por varones, cuenta con el mayor porcentaje de mujeres en tratamiento. Estas personas afrontan problemas familiares y de pareja y tienen un menor porcentaje de conflictos legales. Más de un tercio de estos usuarios tiene el empleo como fuente de ingresos y sus tratamientos anteriores han sido, fundamentalmente, ambulatorios, ya sea desintoxicación o libre de drogas.
El segundo perfil radica en aquellas personas cuya sustancia de consumo principal es la cocaína (31,4%). En este caso, son, sobre todo, varones, con empleo (50%) y solteros en su mayoría (62,7%).
Presentan problemas familiares y, en su vida de pareja, no son muy estables y tienen conflictos con ella. Tienen una edad media más joven que los consumidores de alcohol y se caracterizan por la baja comisión de delitos tipificados (28,48%). La media de años de consumo antes de iniciar el tratamiento es de 11,5 años.
El tercer perfil aúna a los consumidores de heroína (5,1%) y de otras sustancias (12%) -policonsumo-. Son mayoritariamente hombres, con un porcentaje más elevado de problemas familiares y de pareja. La mayor parte son solteros (policonsumo: 71,1%, y heroína: 74,3%), y no conviven apenas con los hijos antes del tratamiento.
Son el perfil con mayor porcentaje de convivencia en medios protegidos e inestables y perciben sus ingresos de familia, pensiones y ayuda social. Tienen el perfil con mayor porcentaje de delitos cometidos y experiencias de prisión (policonsumo: 66%, y heroína: 64,6%).
En este perfil se sitúan mayoritariamente los casos de personas afectadas por VIH (policonsumo: 11,5%, y heroína: 7,5%). Las personas que presentan consumo de heroína (35%) o policonsumo (24,8%) han estado en mayor porcentaje en programas de desintoxicación, ya sea ambulatoria (12,1%) o residencial (16´3%).
Los consumidores de heroína han formado parte de un programa sustitutivo en un 33,5% y un 24,5% de los policonsumidores también ha estado en programas de mantenimiento (metadona). La media de años de consumo antes de iniciar el tratamiento en perfil de policonsumo es de 14,4 años y en heroína de 12,4.
Finalmente, el cuarto perfil pertenece a aquellos que consumen principalmente cannabis y que son, en su mayoría, hombres, solteros (casi 9 de cada 10), con una media de edad de 26 años y menor tiempo de consumo (9,5 años). Conviven con su familia de origen y tienen menos problemas familiares, percibiendo sus ingresos de familia y compañeros.
Por sexo, el 91% de los drogodependientes son hombres y el 9% mujeres, una diferencia que hace necesario, según Flórez, diseñar y ofrecer opciones de tratamiento más adaptadas a las demandas y condiciones que acompañan a las mujeres con problemas de adicción, especialmente para evitar que se siga manteniendo la "invisibilidad" femenina en las drogodependencias.
Por nacionalidad, sólo un 1% de las personas atendidas por adicciones son inmigrantes, mientras que respecto a la formación, el 51% de los adictos no tienen estudios y el 28% los han realizado de carácter básico.
En cuanto al empleo, casi la mitad de los drogodependientes forma parte del circuito laboral (ya sea con trabajo o cobrando el paro). Con esta variable, el informe aprecia un problema de polarización entre los consumidores de cocaína (normalizados y con trabajo) y los policonsumidores y consumidores de heroína (sin trabajo ni estudios).

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