Un hospital estudia cómo engañar al cerebro para gozar de la sal sin comerla

  • El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona está investigando los mecanismos cerebrales que disparan una respuesta de placer ante el gusto salado de los alimentos para poder encontrar un sustituto a la sal que genere las mismas sensaciones.

Barcelona, 16 may.- El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona está investigando los mecanismos cerebrales que disparan una respuesta de placer ante el gusto salado de los alimentos para poder encontrar un sustituto a la sal que genere las mismas sensaciones.

Encontrar un sustituto natural de la sal ayudaría a prevenir la hipertensión y las enfermedades relacionadas con esta patología, destaca hoy el Sant Pau en un comunicado de prensa.

El neurólogo Jaume Kulisevsky, director del equipo del Sant Pau que lleva a cabo la investigación, ha destacado que el objetivo es encontrar "la manera de engañar al cerebro para que la persona perciba el mismo gusto salado y sabroso que un alimentos con más contenido en sal".

El estudio se desarrolla mediante una técnica pionera de imágenes neuronales que se aplica por primera vez en estudios de alimentación a través de resonancia magnética.

Se calcula que el 80 por ciento de los españoles duplica el consumo de sal recomendado, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.

El consumo excesivo de sal -se recomienda no superar los cinco gramos diarios- produce infartos de miocardio, problemas cerebrovasculares e hipertensión arterial.

Esta última enfermedad es la primera causa de muerte en el mundo, con una prevalencia del 25 por ciento de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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