Un joven tetrapléjico irunés critica la falta de ayuda de la Seguridad Social

  • Irun (Guipúzcoa).- El joven irunés Ivan Sanz, que quedó tetrapléjico durante las sesiones de quimioterapia que recibió para combatir un cáncer de linfoma y que lleva más de un año de tratamiento en Lisboa, ha asegurado hoy que echa en falta el apoyo de la Seguridad Social para superar su lesión.

Irun (Guipúzcoa).- El joven irunés Ivan Sanz, que quedó tetrapléjico durante las sesiones de quimioterapia que recibió para combatir un cáncer de linfoma y que lleva más de un año de tratamiento en Lisboa, ha asegurado hoy que echa en falta el apoyo de la Seguridad Social para superar su lesión.

Ivan Sanz ha ofrecido una rueda de prensa en Irun para agradecer el respaldo que ha recibido de familiares, amigos y ciudadanos de esta localidad guipuzcoana, que participaron en una jornada solidaria que le está permitiendo seguir este costoso proceso en Portugal, a la vez que ha criticado que en la Seguridad Social se ha encontrado "con las puertas cerradas".

Durante los últimos meses, este joven de 20 años ha sido tratado en Lisboa por una fisioterapeuta especializada en lesiones medulares que le ha corregido la curvatura de la espalda, lo que le ha permitido amortiguar su tetraplejia y pasar a una paraplejia que le ofrece una autonomía que antes no tenía.

"Ha sido un gran avance en mi día a día porque ahora puedo vestirme solo, salir con los amigos o subirme a un coche", ha explicado Sanz, para quien realizar estas acciones hace unos meses era imposible debido a que la atrofia muscular que padecía le afectada a toda la espalda.

Su esperanza ahora está puesta en una revisión que tendrá en enero en la capital lusa, en la que el doctor Reis, que ha intervenido con éxito a varios españoles, decidirá si la evolución del joven irunés le permite ser operado, algo que sería un gran paso para superar su lesión o, en su defecto, "para tener una vida lo más normal posible".

La vida de Iván Sanz cambió a los 17 años cuando se le diagnosticó un cáncer de linfoma linfoblástico y, al ponerle las últimas dosis de quimioterapia, su médula se vio afectada por la toxicidad del tratamiento, lo que le provocó una tetraplejia que le obliga desde entonces a vivir en una silla de ruedas.

Mostrar comentarios