Un método cubano enseña a leer y escribir a los aborígenes australianos

  • Un método de alfabetización desarrollado en Cuba permite a los aborígenes australianos aprender a leer y escribir en tres meses dentro de un programa piloto dirigido a adultos y menores iletrados de esta comunidad marginada.

Rocío Otoya

Sídney (Australia), 28 jun.- Un método de alfabetización desarrollado en Cuba permite a los aborígenes australianos aprender a leer y escribir en tres meses dentro de un programa piloto dirigido a adultos y menores iletrados de esta comunidad marginada.

Un primer grupo de diez aborígenes de entre 25 y 53 años ha salido del analfabetismo tras culminar el curso el pasado mayo en la localidad de Wilcannia, situada a unos 965 kilómetros al noroeste de Sídney y a unos pasos del desierto.

"Es importante la comunicación, no solamente el contenido de las clases", dijo a Efe el cubano José Chala, coordinador de este programa basado en el método "Yo sí puedo" del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño de Cuba (IPLAC).

Según Chala, el método les ayuda a que no les engañen una vez que aprenden a leer documentos y a manejar las nuevas tecnologías, además favorece la conservación de su propia cultura, mejora su capacidad de expresión y les quita el miedo a hablar en público.

Un segundo grupo de once indígenas, de 15 a 61 años, acabará el curso en julio en Wilcannia.

Wilcannia es una pequeña población de unos 700 habitantes, la mayoría de ellos aborígenes, con un supermercado y unas pocas calles en donde se distribuyen las viviendas.

Chala llegó el pasado enero para implementar el programa en esa localidad, donde el 60 por ciento de la población está sin trabajo y se registra pobreza, vandalismo, violencia doméstica y alcoholismo.

"Yo sí puedo", que recibió el Premio Alfabetización 2006 Rey Sejong de la UNESCO, se ha aplicado en 28 países, entre ellos Nicaragua y Timor Oriental, y ha beneficiado a más de seis millones de personas en todo el mundo.

La novedad de este sistema es la técnica denominada alfanumérica, que consiste en asociar una letra del alfabeto con un número, en base al criterio de que muchas personas analfabetas tienen conocimientos básicos de los números y aprenden las letras mejor al asociarlas a un dígito.

Chala relató que los primeros aborígenes en pasar el programa han sorprendido a sus familiares y amigos "por lo mucho que han avanzado" en las clases, que en Wilcannia pueden reunir "a una madre, su hija y la abuela".

Pero no todo es ideal en los cursos, debido a la tendencia nómada de los aborígenes y la vergüenza que pueden sentir por retornar a "la escuela" siendo tan mayores, según cuenta el educador cubano.

La fama del método "Yo sí puedo", que cuenta con el apoyo del gobierno australiano, la Universidad de New England y el Consejo local de Wilcannia de Tierras Aborígenes, ha comenzado a propagarse por las comunidades indígenas de Australia, aunque su continuidad y la posibilidad de aplicarlo en otros lugares se evaluará en septiembre próximo.

Una gran parte de los aborígenes australianos vive en sitios remotos y aislados con escasez de servicios básicos y afronta dificultades para acceder a mejores empleos, educación y calidad de vida por su falta de capacidad para leer y escribir bien.

"Entre el cincuenta y sesenta ciento de los aborígenes son analfabetos funcionales, especialmente los que viven en áreas remotas en Australia", dijo recientemente el representante de la Comisión Campaña para la Alfabetización Adulta Jack Beetson por la emisora de radio ABC.

"Si se examinan las cifras, la tasa de absentismo escolar se reduce al mínimo, la tasa de criminalidad desciende y mejora la salud en las comunidades alfabetizadas", acotó Beetson.

Mostrar comentarios