Multas desde 600 a 30.000 euros

Más de un millón de sancionados: las mil y una excusas contra el confinamiento

  • La última intervención desaloja a 260 personas en un bar. Atrás quedan barbacoas, paseos al ganso como mascota, comprar pan en otra comunidad...
Gráfico de detenidos y sancionados
Gráfico de detenidos y sancionados
Nerea de Bilbao

Me gusta más el pan que se vende en otra comunidad. Mi pareja no me deja fumar en casa y tengo que estar en la calle. Tocaba pasear el ganso. Voy a visitar a una prima que no tengo. Estar de acampada porque no veo la televisión y no sabía que no se podía salir de casa. Estar en los Picos de Europa porque se me perdió la cartera. Salir a correr a kilómetros de casa cuando no se podía... son algunas de las excusas que durante estos 65 días de confinamiento desde que se decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo han escuchado los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado justo antes de denunciar a los ciudadanos menos solidarios de esta crisis sanitaria que en España ha dejado ya 27.709 fallecidos. Pero no son las únicas. El número de propuestas de sanción han superado ya el millón y la última ha sido multitudinaria después de que la policía local de Murcia desalojara un bar con 250 personas en su interior. Hay un precedente. En Santander otras 100 personas se dieron cita en su bar de siempre. 

Con el último 'parte de guerra' en la mano se han tramitado un total de 1.005.187 propuestas de sanción y  8.372 personas han sido detenidas. Los datos recopilados cada día se mantienen a la baja conforme evoluciona la fase de desescalada hacia la conocida como 'nueva normalidad'.  Este último fin de semana es el que arroja la cifra más baja desde el 14 de marzo: 116 detenidos y 22.022 propuestas de sanción sumando el sábado y el domingo. El descenso coincide con el momento en el que progresivamente se va aliviando el confinamiento en la fase de desescalada y, por otra parte, se multiplican las protestas en la calle, principalmente las caceroladas contra el Gobierno por su gestión de la crisis sanitaria.

Atrás quedan las barbacoas prohibidas -en barcos atracados en el puerto, o azoteas- que delatan a sus infractores por la columna de humo que se ve a kilómetros o porque deciden subirlo a las redes sociales, las fiestas privadas en pisos cuya música alerta a todo el vecindario, las de los bares que aseguran están pintando las paredes y habían montado una fiesta con marihuana, o el amante de la naturaleza que se va a pasear a los Picos de Europa y cuando es alertado de que no puede estar allí regresa un día después porque se había dejado la cartera. En más de una ocasión la Guardia Civil ha tenido que auxiliar a algún campista al que le sorprendió una tormenta y no sabía volver pero necesitaba irse porque la ciudad le agobiaba o aseguran que habían salido de picnic porque no sabían nada de que había que quedarse en casa porque "no vemos la televisión". 

En otro caso una mujer en Pamplona tuvo que ser denunciada porque decidió sacar a pasear a su gato con correa. En Madrid una policía en prácticas en plena crisis por el coronavirus alertó a otro ciudadano que paseaba en este caso un ganso. No es el único ejemplo de infracciones con una mascota, ya que hay vecinos que se llevan a pasear a su perro a más de un kilómetro de su casa... o dos playas más allá de la suya.

En Almonte los agentes localizaron a un padre que se encontraba recogiendo espárragos, acompañado de su hijo que montaba a caballo, a más de un kilómetro de su domicilio. Pero si hablamos de distancias que se nos deben olvidar por el confinamiento la palma se la lleva el hombre residente en Guadalajara que fue interceptado con una bolsa de comprar con una barra de pan de un supermercado de Madrid. Al ser preguntado por los agentes, respondió que compraba "donde le daba la gana" y que el "estado de alarma no iba con él".

Los ciclistas también perdían la noción del espacio. En el inicio del confinamiento un hombre de 82 años salió a hacer la compra... a 10 kilómetros. Cuando le preguntaron por su domicilio para acompañarle mintió. Al llegar a la vivienda cuando abrieron la puerta aseguraron que no le conocían de nada. Al final reconoció que se había distanciado un poco más de su casa.

Comportamientos así sucedían cuando las calles estaban vacías coincidiendo con los días en los que se activaron las mayores restricciones a la movilidad y cuando se registraron 441 arrestos y casi 50.000 propuestas de sanción. Ahí las excusas se multiplicaban, así como los avisos de los vecinos que desde sus ventanas pasaban ni una, sobre todo cuando todavía no se podía hacer deporte en la calle y algún que otro vecino no se daba por aludido. Alguno se ha llevado un cubo de agua para recordárselo. No poder celebrar la Semana Santa también dejó una sanción que corrió como la pólvora de un vecino de Algeciras llamando a la insumisión porque este año no ha habido fiestas. Esos intentos de saltarse el confinamiento han dejado paso a los numerosos botellones que cada fin de semana se desalojan en varias ciudades como Madrid o Barcelona, algún padre que paseaba con toda la familia en lugar de con hasta tres hijos o que se sentaba en un banco mientras jugaba su hijo y desde que llegó la fase 1 a todos los que no respetaban el aforo de las terrazas. 

Según los datos del Ministerio del Interior, hasta el 18 de mayo quien ha tramitado más sanciones en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como 'ley mordaza', son las policías locales: 366.051. Le siguen la Guardia Civil con 287.754 y la Policía Nacional, con 266.974 actas. Los Mossos d'Esquadra han tramitado 68.825 propuestas y la Ertzaintza, por su parte, ha propuesto 12.077 multas. La Policía Foral de Navarra ha tramitado 2.697 multas y muchas de esas denuncias se han conocido a través de su cuenta de Twitter. Así se conoció la historia del vecino que estaba fumando en la calle porque su pareja no le dejaba hacerlo en casa o la anciana que tuvo que ser detenida por exhibición, desobedecer y tener droga... para la nieta. Todos se enfrentarán a penas de entre 600 y 30.000 euros. Y muchos son reincidentes, como el detenido tras 32 avisos

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