Un muerto y cuatro heridos en incidente en un presidio brasileño

Río de Janeiro, 31 ene.- Un preso murió y otros cuatro resultaron heridos en un incidente protagonizado hoy por internos de un presidio del estado brasileño de Pernambuco, que se rebelaron por el atraso en la autorización para que sus mujeres ingresaran al penal para la visita íntima, informaron fuentes oficiales.

La rebelión de los presos fue reprimida supuestamente con armas no letales por la guardia carcelaria y el incidente terminó con cinco heridos, uno de los cuales murió en el hospital, pero las autoridades aún no aclararon si tiroteados, agredidos con armas cortopunzantes o de alguna otra forma.

El secretario de Seguridad de Pernambuco, Éden Vespaziano, informó en una rueda de prensa que los guardias estaban autorizados a utilizar armas de fuego y que el gobierno regional abrió una investigación para determinar lo ocurrido debido a que se desconoce la causa de la muerte.

"Estamos investigando la causa de la muerte, pero creemos que ocurrió durante la contención (de los presos por parte de los guardias", afirmó Vespaziano.

Tres de los presos fueron conducidos a un hospital, en donde uno murió poco después de ingresar al centro médico, en tanto que los otros dos, con heridas sin gravedad, fueron atendidos en la propia enfermería del presidio.

Los hechos ocurrieron en el Complejo Penitenciario de Curado, un conjunto de cárceles en la zona oeste de Recife, la capital del estado de Pernambuco (nordeste), cuando varias mujeres esperaban autorización para ingresar al presidio.

Como la guardia carcelaria determinó que los visitantes fueran sometidos a revisiones más rigurosas a partir de este sábado para evitar la entrada de armas, drogas o teléfonos móviles al centro carcelario, el ingreso de las mujeres se atrasó y muchas protestaron a los gritos en las puertas del penal.

La protesta de las mujeres fue seguida por una rebelión en el interior del presidio que los guardias demoraron cerca de cuatro horas en controlar.

Los presos fueron reprimidos supuestamente con balas de goma, gas pimienta y bombas de estruendo y pusieron fin a la rebelión antes de que la gobernación regional autorizara el ingreso del Batallón de Choque de la Policía Militarizada, que rodeó el presidio.

Vespaziano aseguró que la represión fue necesaria para evitar fugas debido a que varios presos corrieron hacia una de las puertas de acceso al presidio con la intención de huir.

El incidente se registró tres días después de que el gobernador de Pernambuco, Paulo Cámara, declarara el estado de emergencia en el sistema penitenciario regional para dar respuesta "a la actual situación de tensión registrada en las prisiones".

El Complejo Penitenciario de Curado fue escenario la semana pasada de otra rebelión que duró tres días y que terminó con tres muertos, entre los cuales un sargento de la policía, y una decena de heridos.

Este centro carcelario, que alberga cerca de 7.000 presos pese a su capacidad para 1.800, ha sido escenario recurrente de rebeliones y fugas en Pernambuco.