Un terremoto de 6,3 grados Richter deja al menos 65 muertos en Nueva Zelanda

  • 'Hoy podríamos estar presenciando el día más oscuro de Nueva Zelanda', ha dicho el primer ministro, John Key, a la televisión de Christchurch, la localidad más afectada. Es el segundo seísmo en la zona en apenas cinco meses.

Un fuerte seísmo ha causado al menos 65 muertos en Christchurch, la segunda mayor ciudad de Nueva Zelanda, y se esperan más víctimas en momentos en que los rescatadores revisan los escombros para encontrar personas atrapadas en edificios derrumbados. Es el segundo terremoto que golpea a la ciudad en cinco meses.

'Hoy podríamos estar presenciando el día más oscuro de Nueva Zelanda (...) la cifra de muertos que tengo hasta el momento es de 65 personas y podría elevarse', ha declarado el primer ministro neozelandés, John Key, a la televisión local.

A diferencia del seísmo del año pasado, que tuvo lugar por la mañana temprano, el terremoto, de 6,3 grados en la escala de Richter, se produjo a la hora de almuerzo, cuando las calles y tiendas estaban llenas de personas y las oficinas aún estaban ocupadas. Christchurch está construida sobre cieno, arena y grava, con una mesa de agua por debajo. En un terremoto, el agua sube, mezclándose con la arena y convirtiendo el suelo en un pantano que cubre secciones de vías y automóviles.Temen que la cifra crezca

Así las cosas, la situación era dantesca: los helicópteros dejaban caer agua para tratar de sofocar un incendio en un edificio de oficinas; una grúa ayudaba a rescatar a empleados atrapados en otro edificio de oficinas; las autoridades ordenaron a los hospitales de todo el país que reservaran espacio para las víctimas del terremoto; los servicios de rescate hurgaban entre los escombros, incluyendo un edificio de oficinas de varios pisos derrumbado.

El alcalde de Christchurch describió a la ciudad de casi 400.000 habitantes como una zona de guerra. 'Habrá muertos, habrá muchos heridos, habrá mucho sufrimiento en esta ciudad', dijo por teléfono a la televisión australiana el alcalde Bob Parker.

La policía dijo que los escombros aplastaron dos autobuses, pero aún no se ha informado si alguien murió o resultó herido en su interior.

'Fue enorme, simplemente enorme', dijo un sacerdote a un periodista de televisión afuera de la catedral de piedra de la ciudad, que se derrumbó parcialmente. 'No sé si hay gente debajo de estos escombros', dijo, antes de agregar aparentemente en voz baja: 'Creo que sí'.

Reuters
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