Una boda con frutas para evitar el estigma de las viudas en Nepal

  • Más de 50 niñas de Nepal se han casado con una fruta en un ritual destinado a protegerlas y asegurarse de que no se conviertan en viudas, para evitar el estigma que sufren en este país si sus futuros maridos mueren antes que ellas.

Manesh Shrestha

Katmandú, 25 ene.- Más de 50 niñas de Nepal se han casado con una fruta en un ritual destinado a protegerlas y asegurarse de que no se conviertan en viudas, para evitar el estigma que sufren en este país si sus futuros maridos mueren antes que ellas.

En la tradición hindú y budista, las viudas sufren una gran discriminación, con un bajo estatus en su comunidad: en el hinduismo muchas veces son expulsadas de sus familias y obligadas a mendigar. Además, no pueden volver a casarse.

"Pero si se casan con una fruta 'bael' (especie de manzana del sur de Asia) continúan casadas y no se pueden convertir en viudas", dijo a Efe Suraj Shakya, sacerdote budista que llevó a cabo la ceremonia de dos días de duración hace una semana.

Los nuevos casamientos son más comunes entre las viudas que llevaron a cabo el casamiento con la fruta.

Las niñas de entre tres y siete años vistieron ropas rojas y doradas iguales a las que se usan en los matrimonios normales y rezaron a la diosa Parvati, esposa del dios hindú Shiva, en un templo acompañadas por sus madres.

Las familias pertenecen a la comunidad étnica newari nepalí, cuyas féminas se casan en tres ocasiones: una antes de los siete años, otra antes de los 13 años o de la pubertad y la tercera vez con un marido humano, de acuerdo con Shakya.

"Esta es mi hija más joven y he venido a su boda 'bael'", dijo Durga Maharjan, una de las 54 madres presentes en la ceremonia nupcial.

"En nuestra comunidad esto es algo que debe hacerse", afirmó Maharjan, quien acompañaba a su hija Shriya de cinco años.

El primer día de la boda, las novias veneran sus almas hasta que el sacerdote les ofrece una collar enhebrado con 100 hilos y con 10 tipos de hierbas que protegerán a las niñas hasta su matrimonio.

Las pequeñas no pueden comer mientras duran los rezos y no pueden consumir sal hasta un día después de la finalización de la ceremonia.

"Aunque le di a Shriya galletas y té por la mañana", dijo su madre.

La boda en grupo fue organizada por el trabajador social Ram Krishna Chitrakar.

"Dado que mi hija de siete años tenía que realizar este ritual, puse anuncios en la zona y en tres semanas 54 personas se habían unido", explicó Chitrakar, quien añadió que "la gente prefiere las bodas en grupo porque los costes son menores".

En su primera noche, Chitrakar y su familia durmieron a la intemperie en el templo para guardar el fuego sagrado "jagya" y la segunda mañana se celebra el ritual principal.

A la ceremonia acuden los padres de las jóvenes, así como sus tíos maternales, ya que deben participar.

"Los rituales de esta boda no son diferentes de los de una unión nupcial normal", explicó Shakya.

Después de que el sacerdote lee los textos sagrados y las niñas han ofrecido ofrendas a los dioses, manicuros tradicionales pintan las uñas y pies de las jóvenes, que reciben entrenamiento en como cocinar arroz y son bendecidas por los ancianos.

La ceremonia finaliza con la unión entre la fruta y la niña, que es ofrecida por su padre en una ceremonia conocida como "kanyadaan" (que significa literalmente entregar la virgen).

Después, se celebra un banquete tradicional de carne de búfalo y alcohol casero de arroz.

"Tras ello nuestra responsabilidad como padres acaba", dijo Shakya.

Mostrar comentarios