Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida

  • Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, una patología que afecta cada año a 120.000 individuos, mayoritariamente mujeres, y que se puede prevenir controlando la presión arterial, el colesterol y evitando el tabaco, el sedentarismo o la obesidad.

Madrid, 27 oct.- Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, una patología que afecta cada año a 120.000 individuos, mayoritariamente mujeres, y que se puede prevenir controlando la presión arterial, el colesterol y evitando el tabaco, el sedentarismo o la obesidad.

Según ha informado hoy en un comunicado la Federación Española del Ictus (FEI), con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebra el próximo 29 de octubre, esta afección provoca cada año 36.000 muertes -el 30 por ciento de los afectados- y ocasiona una discapacidad grave al 40 por ciento.

Así, hasta el 45 por ciento de las personas que ha sufrido un ictus presenta hemiparesia como secuela, hasta un 15 por ciento afasia -trastorno del habla-, el 20 por ciento no podrá caminar, el 30 por ciento sufrirá depresión o deterioro cognitivo y entre el 20 y el 55 por ciento precisará ayuda parcial o total.

La presidenta de la FEI, Carmen Aleix, ha señalado que esta enfermedad afecta mas a personas mayores y su probabilidad aumenta en las personas que presentan ciertos factores de riesgo controlables como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad, entre otros.

Así, bajo el lema "La prevención del ictus es tu responsabilidad", la FEI quiere concienciar sobre la importancia de controlar los factores de riesgo y ha instado a la Administración a garantizar el derecho de los pacientes a la información y a la innovación terapéutica y tecnológica "que permite controlar o detectar mejor el riesgo de ictus, en especial la fibrilación auricular, causante de 1 cada 5 ictus en España".

Aleix ha recordado que los pacientes pueden ayudar a prevenir el ictus, controlando factores de riesgo como son la presión arterial y los niveles de colesterol, acudir el médico si se notan latidos irregulares, abandonar el tabaco, controlar la diabetes, practicar ejercicio físico de forma regular, consumir alimentos bajos en sal y grasas, evitar el consumo de drogas y, si se consume alcohol, hacerlo de forma moderada.

A pesar de esto -ha advertido- puede darse un trastorno de la circulación cerebral, que puede ser consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro o la rotura de una arteria o vena cerebral.

Los principales síntomas son la pérdida brusca de movilidad o sensibilidad de media parte del cuerpo, la pérdida repentina de la capacidad para hablar, el dolor súbito de cabeza y sin causa, sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina y la pérdida de la visión, total o parcial.

Si se detecta alguno de estos síntomas es necesario acudir cuanto antes a un hospital ya que "las primeras horas son clave en la evolución del paciente".

Sobre la existencia de una red asistencial de Unidades o Equipos de Ictus de referencia accesibles en menos de 60 minutos, la presidenta de la FEI ha explicado que hasta ahora 12 comunidades autónomas tienen totalmente implantado el código ictus en sus zonas básicas de salud, "lo que significa prácticamente un 80 por ciento de zonas básicas cubiertas".

Además, Aleix ha subrayado que la rehabilitación hospitalaria "puede no ser suficiente" por lo que, tras recibir el alta hospitalaria, "el paciente deberá continuar con ella en función de las secuelas que presente".

De esta manera, la familia ocupa un papel relevante al acompañar y dar fuerzas al familiar para superar la situación. "Teniendo en cuenta que estamos ante personas que ven cómo su vida cambia de la noche a la mañana, es necesario que el cuidador principal se cuide y se forme para evitar la sobrecarga emocional", ha advertido.

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