Una encuesta avisa de poco conocimiento de epilepsia en la atención primaria

  • Los médicos de atención primaria y los psiquiatras son los colectivos sanitarios más desinformados sobre la epilepsia, según se desprende de una encuesta a más de un millar de personas en toda España, entre pacientes y personal sanitario, para la elaboración del Libro Blanco de esta patología.

Barcelona, 24 nov.- Los médicos de atención primaria y los psiquiatras son los colectivos sanitarios más desinformados sobre la epilepsia, según se desprende de una encuesta a más de un millar de personas en toda España, entre pacientes y personal sanitario, para la elaboración del Libro Blanco de esta patología.

El coordinador del grupo de estudio de la epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), José Ángel Mauri, ha explicado, en una entrevista con Efe, que el desconocimiento de los médicos de atención primaria y psiquiatras sobre esta enfermedad es una de las conclusiones más "sorprendentes" de la encuesta.

"Éste sería uno de los resultados negativos de la encuesta que se deben mejorar, al igual que el hecho de que un importante número de los consultados, especialmente los médicos de empresa, opina que no se debe comunicar la epilepsia en el trabajo", para evitar despidos y discriminaciones.

Alrededor de 40 millones de personas padecen epilepsia en el mundo y se calcula que unos 300.000 españoles sufren la enfermedad, que es aún una gran desconocida por la sociedad en general, ya sea por miedo o por falta de información.

Este desconocimiento e ignorancia no se limita a la sociedad, como ha constatado la encuesta para la elaboración del Libro Blanco de la Epilepsia de España, sino que incluso entre los colectivos sanitarios continúa siendo una gran desconocida.

Mauri ha dicho que la encuesta ha desvelado que muchas personas no saben qué hacer cuando alguien de su entorno tiene un ataque epiléptico y contestan que pondrían una cuchara o un objeto en la boca del enfermo, cuando lo correcto es no hacer nada de eso.

Cuando una persona padece una crisis epiléptica, se le debe poner de lado, para facilitar su respiración, y procurar que no se dé ningún golpe o se haga daño, además de llamar rápidamente a emergencias médicas.

"Es urgente e importante mejorar el conocimiento de la enfermedad, haciendo campañas para el público en general y para los sanitarios, en especial, con la ayuda de las asociaciones de enfermos y de profesionales médicos", ha considerado el especialista.

A su juicio, se trataría de facilitar información de la epilepsia, "igual que se ha hecho con otras enfermedades que deben ser afrontadas de urgencia", como los ictus, los ataques de asma o las consecuencias graves de algunas alergias alimentarias.

El Libro Blanco español tiene el precedente de otro similar elaborado al nivel europeo por la Acción Conjunta Europea en Investigación sobre Epilepsia (EUCARE), en el que 37 autores de 18 países europeos afirman que la UE ha invertido ampliamente en otros trastornos neurológicos muy importantes como el Alzheimer o el Parkinson, pero no está ocupándose de forma adecuada de la epilepsia.

Este Libro Blanco europeo recuerda que para una parte importante de los pacientes las consecuencias de la enfermedad son graves en su bienestar psicológico, y exige una legislación que los proteja de la discriminación en el empleo y asegure la igualdad de oportunidades, además de mayor inversión para la investigación científica.

Mauri ha indicado que el Libro Blanco español, que se prevé esté publicado en marzo de 2013, incluirá recomendaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes y mejorar el conocimiento de la enfermedad, además de sensibilizar a la sociedad.

La discriminación que han padecido los epilépticos a lo largo de la historia es notable y ya en 1780 antes de Cristo el Código de Hamurabi establecía que los que padecían esta enfermedad no podían contraer matrimonio o testificar en un juicio, y más recientemente, hasta 1970, era legal denegar su acceso a restaurantes, teatros o edificios públicos en Estados Unidos.

Sin embargo, a pesar del estigma, muchos epilépticos han conseguido superar todos los obstáculos y son conocidos por sus obras, como Alejandro Magno, Julio César, Richelieu, Carlos V, Juana de Arco, Haendel, Molière, Sócrates, Napoleón, Alfred Nobel o Van Gogh.

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