Nueva Delhi, 11 dic.- Una treintena de fotografías expuestas estos días en Nueva Delhi busca concienciar a la sociedad india sobre la necesidad de poner fin a la recogida manual de heces, aún practicada por unos 2,7 millones de "intocables" en la India.
El British Council de la ciudad acoge hasta el 22 de diciembre la exposición "Rompiendo barreras", con instantáneas de los fotógrafos indios Sanjit Das, Firoz Ahmad y miembros de la asociación Nologo, en las que se refleja la vida cotidiana de estos recolectores.
Las fotos buscan ir más allá de las labores de recolección de heces y muestran de un modo humanizado las condiciones de estas familias, inmersas en la pobreza extrema y objeto de desprecio por parte de la sociedad.
La exposición se inauguró ayer con la participación del ministro indio de Desarrollo Rural, Jairam Ramesh, y la representante de las Naciones Unidas en el país asiático, Lise Grande.
Ramesh se mostró muy crítico con la clase política de la India, pues, según señaló en un auditorio abarrotado, "el Gobierno central y los regionales afirman que han abolido la recogida manual de excrementos, cuando la realidad es completamente diferente".
"El censo de 2011 reveló que casi 2,7 millones de personas limpian letrinas secas en este país, el 60 % en zonas urbanas y el 40 % en áreas rurales, lo que significa que unas 300.000 familias están envueltas en la recogida manual de excrementos", sentenció.
Grande manifestó que resulta necesario hacer frente a esta lacra porque "no podrá haber paz o desarrollo global, y por supuesto no podrá haber justicia y prosperidad, si el tema de la discriminación y la exclusión social no es abordado".
Los esfuerzos por acabar con esta vergüenza social han chocado hasta ahora tanto con la obstrucción de las autoridades regionales, como con la noción hindú de "impureza" que desaconseja tener váteres dentro de casa, arraigada sobre todo en la India rural.
La periodista Bhasha Singh, que participó en un foro sobre el asunto, recordó que este año "el Gobierno indio quiere aprobar una nueva ley para erradicar la recolección manual de excrementos", que se sumará a la ley de 1993 que pese la prohibió esa actividad, sin éxito de momento.
Quienes limpian heces son los más intocables entre los intocables, por la repugnancia que genera su dedicación: nadie les da ni les entrega nada en mano, ni siquiera cuando van a comprar a una tienda, y viven en las afueras de las poblaciones.
Son sobre todo mujeres las que, desde pequeñas, se dedican a retirar las heces ajenas, que recogen con un pequeño cuenco y cargan en baldes sobre la cabeza, sin ningún tipo de protección sanitaria.
El pasado 23 de noviembre, unas 10.000 mujeres "liberadas" de la recolección manual de excrementos iniciaron una marcha de dos meses por 18 estados indios con el objetivo de animar a 50.000 poceros a que no recojan más las heces ajenas, según los organizadores de la protesta.
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