Una lata es la cámara de 40 fotógrafos para capturar la trayectoria del sol

    • La exposición 'Time in a can' contiene 56 solarigrafías de fotógrafos internacionales.
    • Para el proyecto se colocaron más de 200 latas de bebidas en distintos puntos durante seis meses.

¿Cómo se puede fotografiar el sol? Era la pregunta que se hacía Diego López Calvín cuando hace trece años terminó de hacer la fotografía de la película 'Lucía y el sexo', de Julio Medem. El filme, en el que el astro es el protagonista, le dejó una idea en la mente.

'Pensamos que podíamos hacer un proyecto que hablara de las diferencias que hay en la percepción del sol en las diferentes latitudes de la Tierra', dice López Calvín, que buscó entonces a sus amigos Slavomir Decyk y Pawel Kula, quienes trabajaban la antigua técnica de la estenopeica (fotografía que se hace sin lentes, con cámaras oscuras y cuya captura se produce a través de un agujero).

'Empezamos a hacer estas largas exposiciones con cámaras estenopeicas a la luz del sol en el norte de Europa y en el ecuador. Así nació la soligrafía', dice López Calvín.

Para lograr que el sol dibujara su trayecto de solsticio de verano a solsticio de invierno en un papel fotosensible, los fotógrafos utilizaron latas con un agujero por el cual entraba la luz solar.

'¿Sabes que la imagen del sol que ves no es la real? Esta se demora ocho minutos en llegar a tus ojos', dice Decyk en un tono entre misterioso y poético, antes de la inauguración de la muestra 'Time in can', la exposición que reúne 56 soligrafías de 40 fotógrafos de distintos puntos del mundo.

Las latas estuvieron expuestas seis meses y eran iguales para los 40 fotógrafos, lo que les permitió luego hacer algunas observaciones: el sol salta perpendicularmente durante los 365 días del año de la misma forma en el ecuador, mientras que en el norte de Europa, el sol corre muy cerca del horizonte cuando es solsticio de invierno, y muy alto cuando es solsticio de verano.

Las latas funcionan así

'Necesitábamos, un contenedor ligero, que fuese resistente a la lluvia, frente a la luz y que pudiéramos utilizar como cámara oscura', comenta López Calvín.La ventaja de estas cámaras oscuras es que las hay en todo el mundo.En España se reciclan 9 de cada 10 latas de bebidas consumidas.En total, se utilizaron para el proyecto más de 200 latas de bebidas.

Las latas hacen las veces de cámaras oscuras. Por dentro del envase, el papel fotográfico está enrollado y por un pequeño agujero entra la luz. 'La foto no se revela, no se fija. Trabajamos con la imagen directa. Ponemos el papel fotográfico y dejamos que el sol dibuje la imagen por la sensibilidad del papel', explica el fotógrafo creador del proyecto.

El halo poético de la exposición no soloestá dado por aquello del tiempo en la lata (Time in can). Para López Calvín, también es poesía gráfica, el hecho de que muchos de los objetos de dentro de las fotografías ya no estén. 'En esta imagen había barcos, había gaviotas, pero una gaviota borró a la otra o por el mismo sol. Es algo interesante', dice.

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