Una muestra enseña la injusticia alimentaria que siembra de hambre el mundo

  • El mundo produce lo suficiente para dar de comer a todo el planeta, pero 870 millones de personas pasan hambre, mientras otros 1.000 millones padecen algún tipo de obesidad y un tercio de los alimentos producidos por el hombre, unos 1.300 millones de toneladas, se desperdician o tiran a la basura cada año.

Paco Niebla

Barcelona, 10 oct.- El mundo produce lo suficiente para dar de comer a todo el planeta, pero 870 millones de personas pasan hambre, mientras otros 1.000 millones padecen algún tipo de obesidad y un tercio de los alimentos producidos por el hombre, unos 1.300 millones de toneladas, se desperdician o tiran a la basura cada año.

Son las contradicciones de las injusticias alimentarias que se muestran en una exposición inaugurada hoy en el CaixaForum de Barcelona, donde permanecerá hasta el 6 de enero, y que viajará después a los CaixaForum de Madrid y Palma de Mallorca.

La exposición, organizada por la Obra Social La Caixa, la Organización de las Naciones Unidas par la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la ONG Intermon-Oxfam ilustra con numerosos datos las contradicciones de un sistema de producción alimentaria que está controlado por grandes multinacionales.

Comisariada por Gonzalo Fanjul, especialista en políticas de desarrollo, la muestra explica que en los países industrializados, una familia de cuatro miembros tira una media de 400 kilos de alimentos al año, y que en España al menos 1.100.000 personas pasan hambre.

La acaparación y monopolio de producciones y cultivos, la escalada de los precios de los alimentos, una comercialización ineficaz, un modelo de consumo basado en el derroche, los efectos del cambio climático, las políticas en materia de biocombustible, la especulación financiera con los alimentos o exprimir los recursos naturales hasta agotarlos son algunos de los motivos de la injusticia alimentaria mundial.

Bajo el título de "Justicia Alimentaria. Sembrando Esperanza", la exposición muestra 30 fotografías de gran formato de Pepe Bonet (segundo premio World Press Photo 2009 y primer premio FotoPress 2003), realizadas en comunidades rurales de Bolivia y Tanzania, complementadas con audiovisuales con imágenes y casos reales.

Además, se exhibe una vitrina con los 400 kilos de alimentos que tira a la basura una familia en España cada año.

La muestra indica que ocho de cada diez personas que pasan hambre viven en zonas rurales y que la inseguridad alimentaria se concentra en las comunidades rurales, que son precisamente las que podrían producir sus alimentos para subsistir.

Aunque las tasas más altas de desnutrición se encuentran en el África subsahariana, también hay grandes áreas de hambruna en Asia, sobre todo en la India, donde el 40 % de los niños padecen desnutrición.

Precisamente, la población infantil es la que más padece una injusticia alimentaria mundial que parece no tener fin pues los expertos de las Naciones Unidas auguran que en el año 2050 el mundo tendrá que producir un 70 % más para poder alimentar a los 9.000 millones de personas que habitarán el planeta.

La exposición también aporta algunas propuestas para atajar el despropósito alimentario mundial como aprovechar los conocimientos tradicionales de las comunidades rurales para adaptar sus semillas a las sequías, organizarse para exigir precios más justos a los intermediarios internacionales o diversificar los cultivos.

Las fotografías de Pep Bonet que ilustran la exposición enseñan como Jeska Lemabi, de 50 años, siembra cacahuetes en Morogoro (Tanzania), como Zuhura Seng'ondo, de 28 años, cría pollos en Gairo (Tanzania) o como el niño Ronald Valverde, de tan sólo 9 años, recoge raíces de yuca para hacer mandioca y chivé (bebida refrescante y nutritiva) en Valparaíso, al noreste de Bolivia. EFE.

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