Una ola de frío azota a refugiados sirios ante impotencia de Gobierno libanés

  • La ola de lluvia, frío y nieve que azota estos días Oriente Medio ha agravado la mala situación de los 838.000 refugiados sirios en el Líbano, a la que el Gobierno libanés reconoció hoy ser incapaz de hacer frente.

Kathy Seleme

Beirut, 12 dic.- La ola de lluvia, frío y nieve que azota estos días Oriente Medio ha agravado la mala situación de los 838.000 refugiados sirios en el Líbano, a la que el Gobierno libanés reconoció hoy ser incapaz de hacer frente.

El temporal Alexa golpea la región poniendo en evidencia la precariedad en la que viven los desplazados sirios en el Líbano y dentro de su propio país.

Al menos cuatro menores han muerto por el frío en los últimos días en el Líbano y en Siria, según anunció hoy la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado esta situación y ha llamado a aumentar los esfuerzos.

"Para los cientos de miles de refugiados y desplazados en el Líbano y los países vecinos, una tormenta como ésta crea enormes dificultades y sufrimientos adicionales", afirma en un comunicado Amin Awad, director de la oficina de Oriente Medio y Norte de África de ACNUR.

Otras organizaciones como Cáritas también alertan sobre la situación, que describen como "lamentable y dramática", según su coordinador en la zona, Kamal Siufi.

Siufi dijo, en declaraciones a Efe, que la situación "no se limita solo a estos días, sino que prevalecerá durante todo el invierno".

Ante el drama que sufren los sirios en su país, el ministro libanés de Asuntos Sociales, Wael Bu Faur, reconoció hoy "no tener la capacidad" para enfrentarse a esta situación.

"Lo único que podemos hacer es disminuir la catástrofe, pero no hacerle frente", señaló a la prensa local Bu Faur, que culpó de la situación, en parte, a que "no hay una decisión política unificada para establecer campamentos formales para los refugiados".

Por su parte, el primer ministro saliente, Nayib Mikati, se mostró decepcionado por la "reacción limitada e insuficiente de la comunidad internacional", al considerar que no se evaluó de modo adecuado la crisis humanitaria.

Mikati se entrevistó hoy con la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quien afirmó que su organismo hace todo lo que posible para ayudar a sirios y libaneses.

"Somos conscientes de las repercusiones de la situación siria sobre el Líbano y de la carga que representan los desplazados sirios en la economía libanesa", afirmó Amos.

Por temor a que suceda lo mismo que con los refugiados palestinos, el Líbano se ha opuesto al establecimiento de campamentos para los sirios que huyen de la violencia en su país, y muchos de ellos viven en unos 200 campos improvisados a través del territorio libanés, en pésimas condiciones.

Varias familias de refugiados sirios, cuyas tiendas de campaña están rodeadas por la nieve y no disponen de carburante ni mantas suficientes, han ocupado casas vacías para resguardarse del mal tiempo en la región septentrional de Akkar, limítrofe con Siria.

Ante la incapacidad del Gobierno, organizaciones internacionales llevan meses preparándose para las bajas temperaturas y, en noviembre, ACNUR repartió mantas térmicas y material para combatir la climatología adversa.

Junto a otras ONG asociadas y con la ayuda del Ejército libanés, ACNUR distribuyó el martes equipos para alojamientos adicionales, incluidas láminas de plástico, madera y herramientas a miles de refugiados que viven en tiendas de campaña en el valle oriental de la Bekaa, hasta ahora la región más afectada por la tormenta.

También se están preparando refugios alternativos para aquellos cuyas tiendas de campaña puedan verse afectadas por el temporal.

Mientras, Cáritas ayuda a consolidar las tiendas de campaña con aparatos para calefacción y combustibles.

"Tratamos de ayudar en la medida que podemos y de estar junto a ellos, pero muchas veces el tiempo no nos está permitiendo actuar como deseamos, debido al corte de las carreteras", señaló Siufi, que pidió ayuda de la comunidad internacional.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y sus asociados están cubriendo las necesidades alimentarias de los refugiados sirios recién llegados a las zonas afectadas por la tormenta en el Líbano y tienen reservas para unas 150.000 personas.

En otras partes del país, proporciona asistencia alimentaria a más de 600.000 refugiados inscritos en ACNUR mediante vales de comida electrónicos.

Pero, a pesar de las condiciones extremas, continúan llegando desplazados al Líbano que huyen de la barbarie siria.

ACNUR resalta en su informe que el Líbano es, en la actualidad, el país que acoge al mayor número de desplazados, con 838.189 sirios registrados como refugiados o en espera de serlo. EFE

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