Una prueba mide tu 'coeficiente de robabilidad'

    • La distracción es una de las principales variables que te hacen víctima de carterismo.
    • Ser presumido, ensimismado, negligente o cándido te pone en la mira de los carteristas.

A Miguel le faltaba el móvil, la cartera y su pasaporte cuando se despertó pasada la media noche en un andén del Metro. Se había quedado dormido después de una noche de copas con los amigos, y le robaron. También en bandeja de plata puso Cristina su monedero a merced de los delincuentes. Sobria, pero distraída, la joven descuidó su bolso en el tren y alguien le sustrajo el monedero con todos sus documentos.

¿Qué hizo que estos jóvenes fueran presa de los carteristas? Desde la compañía de seguros y servicios de asistencia CPP tienen una respuesta: 'La combinación de la distración, algún hábito inseguro y la presencia en un momento y lugar de riesgo es lo que convierte a la persona en víctima'.

Para saber si eres una víctima en potencia, la compañía diseñó unaprueba que evalúa cinco apartados que pueden afectar la atención, y de los cuales se obtiene un 'coeficiente de robabilidad'.

La primera parte del test utiliza preguntas para medir tu forma habitual de pensar y cómo reaccionas a los estímulos externos. La segunda, se encarga de la atención básica y de la capacidad de memoria operativa o de trabajo (hasta qué punto puedes entender lo que atiendes). Finalmente, la tercera parte analiza la empatía (hasta qué punto eres susceptible a las caras o reclamos sociales).

'Si eres empático, y además emocional, eres más susceptible al carterismo', sentencia el profesor encargado de esta última parte, Manuel Martín Loeches, quien esresponsable de la sección de Neurociencia Cognitiva del Centro de Evolución y Comportamiento Humano.

Para averiguar tus niveles de emocionabilidad y empatía, la prueba presenta tres rostros que envían dos estímulos, uno rápido y uno lento. 'El estímulo excita emociones de forma inconsciente, y lo que se calcula es la conductancia de la electricidad en la piel', explica el profesor, que mide la reacción con un aparato. La empatía, por otra parte, se determina en el segundo estímulo y se evalúa por la forma en que la persona describe lo que vio.

La suma de todos los puntos del test indica si eres muy vulnerable, vulnerable o poco vulnerable para que te roben.

Una persona muy vulnerable, por ejemplo, tiene valores bajos de capacidad atencional básica y de capacidad de memoria de trabajo, mientras que presenta un nivel alto de emocionalidad y empatía. 'La neurociencia apoya científicamente lo que los carteristas saben muy bien: al cerebro le llama poderosamente la atención estar bien con los demás', expresa Loeches.

Nueve víctimas comunes

El estudio de CPP también halló, por medio de los informes policiales, que existen nueve categorías de personas más susceptibles a los robos:El turista. Es uno de los favoritos del carterista. Lleva dinero en efectivo, varias tarjetas de crédito, documentación que puede vender en el mercado negro y no hace denuncias.El anciano. Lleva dinero en efectivo, sus reflejos están disminuidos y no puede salir corriendo. Generalmente les roban mientras usan los servicios de transporte público.El achispado. Le encanta salir de noche, entrar al bar de copas, y luego del cansancio y la embriaguez le cuesta percibir las malas intenciones. Tampoco recuerda dónde ni cuándo le robaron hasta las llaves de la casa.El cándido. Es el inocente que es muy amable y que no percibe la malicia de quien se acerca. Atiende a cualquier desconocido que le para por la calle. Deja el móvil sobre la mesa, y saca la cartera sin mirar a su alrededor.El dormilón. El sueño puede vencerlo aunque esté en la playa, en el transporte público, en un parque o en el aeropuerto. Sustraerle sus pertenencias de valor puede ser fácil para un carterista sigiloso.El ensimismado. Siempre está sumido en sus pensamientos y no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor. Mientras piensa en la lista del supermercado o en lo que hará en la noche, alguien ya le puede estar sacando la billetera.El Fisgón. Es curioso, lee el periódico del vecino, se distre en la calle y se interesa por todo lo que sucede a su alrededor, pero no ve a los carteristas camuflados.El negligente. Parece que lo hace a propósito. Pone la cartera en el bolsillo trasero del pantalón, si es mujer lleva el bolso abierto y lleva todo el dinero en un solo sitio.El presumido. Está tan ocupado mirándose en el espejo, mirando si está o no peinado, que no se da cuenta que ésa que se acerca no viene a ligar con él, sino a llevarse su dinero.

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