Uriarte anima a los fieles guipuzcoanos al "cambio" para "un nuevo comienzo"

  • San Sebastián.- El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha animado hoy a los fieles que han acudido a la catedral del Buen Pastor para asistir a la misa de Navidad a iniciar un "cambio" para "un nuevo comienzo".

Uriarte anima a los fieles guipuzcoanos al "cambio" para "un nuevo comienzo"
Uriarte anima a los fieles guipuzcoanos al "cambio" para "un nuevo comienzo"

San Sebastián.- El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha animado hoy a los fieles que han acudido a la catedral del Buen Pastor para asistir a la misa de Navidad a iniciar un "cambio" para "un nuevo comienzo".

Uriarte ha hecho esta apelación en la homilía que ha pronunciado este mediodía en el templo principal de San Sebastián, después de que ayer expresara su preocupación ante la posibilidad de que la unidad eclesial quede "cuarteada" en Guipúzcoa tras la designación de José Ignacio Munilla para sustituirle al frente del Obispado.

En una entrevista concedida a la televisión autonómica vasca ETB, Uriarte precisó ayer que esta unidad todavía "no está cuarteada", pero "sí herida", después de que más del 75% de los párrocos guipuzcoanos hayan expresado en una carta su disconformidad con la designación de Munilla.

Sin referirse directamente a este asunto, en la homilía de hoy Uriarte ha hecho un paralelismo con el nacimiento de Cristo y ha asegurado que "volver sanamente a la infancia es recuperar" la "capacidad de conversión", porque "el niño se adapta con facilidad a un nuevo comienzo".

Tras admitir que a las personas les cuesta "cambiar" porque se aferran al hombre y a las mujer "viejos" que llevan dentro, ha animado a los fieles a que tengan "disposición al cambio", una cualidad que les hace "capaces" de la conversión, de regresar a Dios desde el pecado, de "erradicar" antiguos hábitos y de "iniciar una nueva vida".

Ha admitido que muchos están "convencidos" de que no tienen que cambiar y otros de que, por mucho que se empeñen, no lo lograrán, y por ello les ha advertido de que este tipo de actitudes son "contradictorias con el espíritu de un Dios que se hace niño".

"El niño nos enseña que por la gracia de Dios es posible también en nosotros la gracia de la conversión", ha concluido.

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