Tras los cambios con AstraZeneca

El caos de la segunda dosis: "Estamos en un limbo sin saber qué nos pondrán"

Los ciudadanos que recibieron la primera inyección de la vacuna británica exigen que les completen su pauta, pero con certezas. "No aplicarles el tratamiento completo nos afecta a todos", avisa un experto.

Un sanitario, preparando una dosis de AstraZeneca
El caos de la segunda dosis: "Estamos en un limbo sin saber qué nos pondrán"
Agencia EFE | EPA/CIRO FUSCO

Más de una semana después, las dudas de centenares de miles de personas en España siguen sin resolverse. Los cambios de criterio y de grupos diana para la vacunación con AstraZeneca han sumido en la incertidumbre a numerosos ciudadanos. En concreto, a aquellos que recibieron la primera dosis hace varias semanas y que no tienen entre 60 y 69 años. Lo que supone que ahora el Ministerio de Sanidad no tiene previsto completarles su pauta con la segunda dosis que les corresponde por no cumplir los requisitos actuales. Un cambio de criterio que llegó después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) admitiera la posible vinculación del producto con los casos de trombos registrados. Y que ha provocado un caos al que aún no se ha dado respuesta. Mientras, los afectados denuncian vivir en un "limbo". Algo que comparten los expertos consultados por La Información, que recuerdan que si no se les protege por completo eso también afecta al resto de la sociedad. 

Como recogen los informes de vacunación del departamento que dirige Carolina Darias, casi tres millones de personas han recibido el primer pinchazo del antídoto desarrollado por la farmacéutica británica junto a la Universidad de Oxford. Lo que no señalan los datos de Sanidad es cuántos de ellos están afectados por la modificación de la edad para recibirla. Sí está claro que los afectados tienen menos de 60 años y pertenecen a colectivos como el de los sanitarios de hospitales y centros de salud, los funcionarios de prisiones, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la docencia, las farmacias o la odontología. Gremios a los que se les dio prioridad por considerarles esenciales. Y que ahora, como denuncian en varios testimonios recopilados por este diario, reclaman que se les complete el tratamiento. Una exigencia que es aún más urgente debido a que el cumplimiento del plazo de 12 semanas para que les pongan la segunda dosis está cada vez más cerca.

"Todos los medicamentos en mayor o menor medida tiene efectos secundarios. No entiendo que se haga tanto escándalo cuando necesitamos las vacunas por la situación actual. Ya tengo una dosis y no me ha pasado nada. No es normal", lamenta Alba, profesora de 33 años en un instituto andaluz, que asegura que el resto de sus compañeros están "en un limbo, sin saber qué van a hacer con nosotros". "Hay quien ya dice que tiene miedo y dicen que no se ponen la segunda dosis si no son compatibles", añade esta docente. Otra profesional educativa, Cristina, maestra de 34 años en un colegio, define como "fastidio" que les hayan dejado fuera por el cambio de edad. "Yo me quiero poner mi segunda dosis", dice de manera rotunda. También lamenta "el lío" que ha habido con la bautizada como Vaxzevria por la controversia en torno a ella. 

Hasta el momento, el Ministerio se ha limitado a pedir "calma" a quienes están pendientes de cuál es el camino hacia su segunda dosis. El problema, como denuncian ellos mismos, es que ya han pasado casi dos semanas sin noticias. Y algunos ya tenían previsto recibir la nueva inyección en la primera semana de mayo. "Los beneficios son mayores a los riesgos. A ver si hay suerte y nos ponen la segunda dosis", cuenta Alberto, docente de Educación Física de 38 años, que no ve problemas en que su pauta se complete con AstraZeneca a pesar del revuelo. A la vez, la polémica está provocando la reacción inversa. Profesores y maestros o policías de distintos puntos del país han reclamado que no se les suministre la vacuna británica. Algo que justifican con el "miedo" y con que aún no se haya ofrecido una solución por las dudas sobre si el riesgo de los trombos es elevado o no.

Europa, dividida por AstraZeneca

El silencio de España y de la mayoría de países de la UE sobre cómo lidiar con los centenares de miles de inmunizados con Vaxzevria contrasta con el de Alemania o Francia. Las autoridades germanas y galas ya han anunciado que administrarán una segunda dosis de Pfizer o Moderna a quienes ya tienen la primera de AstraZeneca. Medida sobre la que aún no hay datos disponibles sobre si es efectiva, como advirtió la OMS. Dicha decisión la han tomado de manera unilateral y sin esperar al consenso entre los estados miembro para el plan de vacunación de la población. Una unidad de acción que se había mantenido hasta que empezaron a surgir los problemas con la inmunización británica. Y que está provocando que en los países europeos se administre a colectivos distintos. O que otros, como Dinamarca, haya decidido dejar de ofrecerla por considerar que con las de otras empresas tiene suficiente. 

"Mezclar distintos tipos de vacunas para un tipo de enfermedad se ha hecho. A veces sirve para potenciar la respuesta inmunitaria, en otros casos son intercambiables y en otros tipos que las tienes que aplicar en un orden concreto, porque si no se puede disminuir el efecto de la primera", explica Mario Fontán, MIR de Medicina Preventiva y Salud Pública. El problema que ve con el coronavirus es que "estamos en un limbo en el que no tenemos datos de ningún ensayo clínico". "Parece plausible poder mezclar Pfizer con Moderna por ser del mismo tipo, de ARNm. El dilema es si estas pueden sumarse a AstraZeneca o a Janssen, que además son diferentes entre sí. No hay datos", añade este experto. 

Ante todo el debate generado, Fontán apuesta por centrarlo en qué puede ocurrir si no se aplica el tratamiento completo a los que ya tienen inoculada AstraZeneca y tienen dudas. "No hay que obsesionarse tanto con qué me han puesto a mí. Hay que pensar en que la población en general esté protegida. Completar la protección de estas personas nos repercute a todos", expone este médico. Otro detalle que considera clave es que los casos de trombos "se han registrado con la primera dosis". Por lo que "parece plausible que quien no ha tenido problemas al principio no los tenga con la segunda dosis", aunque recuerda que "los datos son cambiantes". "Todo escenario que implique mezclarlas o no dar segundas dosis es una incógnita. Pero hay que recordar que ahora mismo el mayor riesgo de enfermar, tener un trombo o morir es el coronavirus, no las vacunas", incide. 

"Hubo una frase que leí al principio de la pandemia que es la que mejor resume todo. Dice 'Las vacunas no van a salvar vidas. Nos salvará que la gente se vacune'. Por eso hay que convencer sin llevar todo al plano técnico", propone este sanitario especializado en Salud Pública, que cree que "hay una avidez de tener datos rápidos, técnicos e inmutables cuando la ciencia no funciona así". "Todas las vacunas han demostrado ser buenas, y hay casos de trombos que hay que seguir investigando. Si para comunicarlo mejor hay que optar por fórmulas distintas a las habituales, como las de la antropología, pueden funcionar", estima Fontán. 

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