Varias CCAA piden nuevos cierres 

La vacunación frena en Reyes, pese a la alarma por los contagios y la nueva cepa

El ritmo de la inmunización en España queda lejos de la 'velocidad crucero' en unas semanas donde la transmisión vuelve a dejar cifras récord, con cerca de 30.000 casos diarios.

Una sanitaria vacuna a una monja en Ourense
Una sanitaria vacuna a una monja en Ourense
EFE

Varias CCAA han cerrado por festivo la campaña de vacunación. También el pasado 6 de enero. Algunas de las regiones más afectadas por el repunte que ha marcado el arranque del año no inocularon ninguna vacuna este miércoles, pese a la urgencia a la que instan las estadísticas. El último balance del Ministerio de Sanidad -data del pasado martes ya que en Reyes no se actualizaron los datos- habla de un salto en la incidencia que pasó de 279,51 infectados por cada 100.00 habitantes el lunes, a situarse en 296,29 solo 24 horas después. La alarma de las cifras es aún mayor si se tiene en cuenta que la vigilancia de la nueva con origen británico ha confirmado que esta ya circulaba por España hace dos semanas.

Muchos tomaron el primer trimestre del año como la recta final para ganarle la batalla a la pandemia, al menos, en la versión del virus que puso en jaque al país durante todo el año pasado. Ahora, la nueva cepa identificada por primera vez en Reino Unido, más contagiosa que la anterior, obliga a aumentar el ritmo de vacunación para aplacar los estragos que pudiera causar en la curva. Pese a todo, España apenas ha inoculado algo más del 18% de las vacunas traídas desde los laboratorios Pfizer, un ritmo de inmunización que, pese a ser la tónica general de los vecinos europeos, preocupa a los especialistas. En este contexto, muchas de las CCAA con peores cifras frenaron también en Reyes la administración de viales.

Entre las regiones que optaron por no vacunar el miércoles se cuentan Galicia, Baleares, Canarias, País Vasco Extremadura, Aragón y La Rioja. El caso de las tres últimas sorprende, pues se trata de territorios especialmente afectados por el nuevo repunte. La región extremeña ha notificado una incidencia de 638,56 infectados por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas y apenas ha llegado al 8,3% de vacunas administradas sobre el total de dosis recibidas. La Rioja ha inoculado el 9,9% de sus dosis y marca una incidencia a catorce días de 346,28 contagios. La inmunización en Aragón avanza a mayor velocidad, pero solo ha administrado el 12,6% de sus viales, pese a registrar una incidencia de 269,24 contagios por cada 100.000 habitantes. 

Los gobiernos autonómicos saben que la situación no está para tirar cohetes. Así lo confirman los últimos movimientos de las autoridades regionales, que anuncian un nuevo endurecimiento de las medidas a partir de este jueves. La más concreta ha sido Castilla y León, que ha anunciado que solicitará a Illa un confinamiento domiciliario de la talla del de marzo, "corto pero eficaz". Con matices, Extremadura, La Rioja, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana han seguido su estela. Todas ellas han anunciado limitaciones drásticas -desde confinamientos perimetrales al adelanto del toque de queda y la hora de cierre de la hostelería- que podrían comenzar desde hoy mismo.

La nueva cepa circula por España desde hace semanas

Si el rastreo sobre el SARS-CoV-2 alerta, el seguimiento de la nueva cepa impide bajar la guardia. Los análisis preliminares de la valenciana Fundación Fisabio, apuntan a que esa misma mutación que ha llevado a Reino Unido a pulsar el botón rojo -y a declarar un confinamiento estricto en todo el país-, está presente en muestras de dos pacientes que no habían viajado al país británico. El hecho de que ninguno de ellos hubiera estado en contacto con personas que hubieran estado en Inglaterra, da alas a los peores presagios en el peor momento: aunque a niveles bajos, la nueva cepa da muestras de transmisión comunitaria. 

Las conclusiones que llegan desde la Valencia todavía no son definitivas. Aún habrá que esperar a una revisión que complete el genoma del virus. A su vez, varios hospitales españoles -madrileños y andaluces- estrechan el cerco para determinar si varios de los contagios que se han detectado en sus laboratorios de la nueva cepa tenían o no vínculo con ese origen británico al que apuntan las primeras informaciones.

La necesidad de anticiparse a una transmisión descontrolada de esta variante del virus es solo uno de los pistones que presionan a elevar el ritmo de la inmunización. La evaluación favorable de la EMA al antídoto de Pfizer y la posterior aprobación de la Comisión Europea para la Autorización de Comercialización Condicional (CMA, por sus siglas en inglés) del fármaco, anticipan la llegada de más de ocho millones de vacunas de Moderna a España. Aunque la llegada será escalonada, los almacenes españoles ya acumulan 604.586 dosis de Pfizer que las CCAA no han llegado a inocular. La cifra supone un 80% del total de las primeras entregas de Pfizer. Sanidad ya ha repartido un segundo lote de 360.000 viales que deberían inyectarse esta semana. Y cada lunes el ciclo vuelve a empezar. 

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