Vaticano, preocupado por la situación de la Iglesia y de los obispos en China

  • El Vaticano expresó hoy su preocupación por la situación de la Iglesia en China, que calificó de "grave", después de que el obispo coadjutor de Shangai, Ma Daqin, haya sido destituido por el Consejo de Obispos, controlado por la "Iglesia Patriótica", que responde al Gobierno comunista.

Ciudad del Vaticano, 11 dic.- El Vaticano expresó hoy su preocupación por la situación de la Iglesia en China, que calificó de "grave", después de que el obispo coadjutor de Shangai, Ma Daqin, haya sido destituido por el Consejo de Obispos, controlado por la "Iglesia Patriótica", que responde al Gobierno comunista.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo hoy que la Santa Sede "no dispone" de información de primera mano sobre la situación de prelado Ma Daqin y que lo único que sabe es lo publicado por la prensa y que se remite a lo dicho por el cardenal Fernado Filoni, prefecto de la Congregación para los Pueblos, de que la situación "permanece grave".

"Algunos obispos y sacerdotes han sido segregados o privados de la libertad, como el caso del prelado Ma Daqin de Shangai por haber declarado su intención de dedicarse al ministerio pastoral a tiempo completo, abandonando encargos que no son de la competencia de un pastor de la Iglesia", afirmó.

Según la agencia vaticana Asianews, el obispo coadjutor de Shangai fue destituido ayer de su cargo episcopal por el "ilícito Consejo de obispos chinos", que depende de la Iglesia Patriótica, a su vez controlada por el Gobierno comunista de Pekín.

Asianwes contó que Ma Daqin cuando fue ordenado obispo el pasado 5 de julio rechazó la imposición de manos por parte de Zhan Silu, obispo de Mindong (Fujián) no reconocido por la Santa ede.

Ma Daqin, además, anunció su dimisión como miembro de la Iglesia Patriótica.

El prelado, según las mismas fuentes, se encuentra en arresto domiciliario en el seminario diocesano cercano al santuario de Sheshan.

En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial ("Patriótica") -controlada por el Gobierno comunista- y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por Pekín.

Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de los obispos, pues el primero reclama que sólo pueden ser designados por el papa, mientras que la Iglesia Patriótica ha ordenado obispos sin el visto bueno de la Santa Sede.

En los últimos años se han producido momentos de acercamiento -se nombraron obispos con el visto bueno del pontífice- y otros de enfrentamientos, cuando la Iglesia Patriótica nombró prelados sin el permiso de Roma, lo que el Vaticano siempre ha deplorado "con dolor".

El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, después de que Pío XII excomulgara a dos obispos designados por el Gobierno chino, que a su vez expulsó al nuncio apostólico, quien se estableció en la isla de Taiwán.

Para reanudar las relaciones diplomáticas, Pekín exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y no "interfiera" en los asuntos internos chinos.

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