Veinte niños con discapacidad mejoran su motricidad gracias a los cursos de hipoterapia


La Fundación Deporte y Desafío ha clausurado los cursos de hipoterapia dirigidos a personas con discapacidad, un programa que mejoró la capacidad motriz de los participantes.
Según señaló la coordinadora de Programas Deportivos de la Fundación Deporte y Desafío, Noelia Peña, "sus caras son un reflejo de la satisfacción que les ha producido esta actividad”.
Los cursos, que se celebraron en la Escuela de Equitación de San Jorge (San Sebastián de los Reyes - Madrid), pusieron de manifiesto los beneficios de la hipoterapia, una actividad que favorece el desarrollo físico y psíquico de las personas con discapacidad.
Según se indicó desde la Fundación Deporte y Desafío, las sesiones concluyeron "de una manera magnífica". "La mejora de los niños fue notable", recalcaron, con una evolución favorable de la postura del tronco en todos ellos y con avances también en sus habilidades sociales.
Igualemente, durante la actividad los monitores lograron no sólo mejorar las capacidades de los participantes, sino también que los alumnos disfrutaran de unas jornadas de convivencia e integración. Todo ello, explicaron los monitores, ayudó a potenciar sus habilidades sociales y a aumentar su autonomía personal.
Esta iniciativa fue posible gracias a la Fundación Deporte y Desafío y a la colaboración de Deutsche Bank y Caja Duero. Así, los participantes contaron con monitores expertos en hipoterapia, una actividad que se utiliza como complemento de otras terapias clínicas para personas con discapacidad.
Su objetivo es que el alumno, acompañado por el fisioterapeuta o monitor, pueda mejorar el equilibrio, el sentido espacial o incluso la circulación sanguínea, gracias al contacto con el animal.
Se trata de una terapia beneficiosa para personas con cualquier tipo de discapacidad y tan sólo ofrece contraindicaciones para aquellos que tengan hernias, problemas cardíacos o epilepsia.
Según recordaron los profesores que participaron en el curso, la hipoterapia favorece y mejora el equilibrio, la coordinación y la musculación. "No hay ningún aparato con el que se puedan hacer los ejercicios que se realizan encima de un caballo", explicaron. "El caballo permite un movimiento tridimensional: tiene movimiento hacia delante, hacia arriba y lateral".
Niños con síndrome de Down, parálisis cerebral o autismo son algunos de los perfiles que más beneficios pueden obtener de esta terapia, que además se realiza sin montura. De este modo, se aprovecha el grado más de temperatura que tienen los caballos. "Se trata de maximizar el contacto con el caballo y que reciban las oscilaciones más directamente", agregaron.
Esta terapia se puede iniciar a modo de estimulación precoz con niños de incluso dos o tres años. En este caso se realiza durante menos tiempo y el caballo permanece tumbado a lo largo del ejercicio.
También los caballos deben tener unas cualidades específicas. "Tienen que ser caballos con una conformación buena, con un carácter bueno, estar bien domados y ser dóciles", concluyeron.

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